Gestación subrogada: la Justicia autorizó a una mujer a gestar al hijo de su amiga

Se le implantará un embrión concebido con técnicas de fertilización asistida. Cuando nazca, el bebé será inscripto como hijo de su amiga, dando lugar a una práctica que en Argentina está prohibida por el Código Civil y Comercial

 

 

 

 

 

La Justicia autorizó un caso de gestación subrogada por el cual una mujer gestará al hijo de una amiga. La práctica está prohibida por la ley argentina.

 

El juez de Familia de la ciudad de Córdoba, Luis Belitzky, hizo lugar al pedido de una mujer impedida de gestar, quien solicitó el aval judicial para que una amiga lleve adelante un embarazo – concebido mediante técnicas de fertilización asistida-, y al nacer, el bebé sea inscripto como hijo suyo en el Registro Civil.

 

Según consigna el diario La Voz, el magistrado declaró inconstitucional para este caso el artículo 562 del Código Civil y Comercial, según el cual una persona nacida mediante una técnica de reproducción asistida es hija de quien la dio a luz.

 

En este caso, Belitzky ponderó que a las mujeres las une un vínculo de amistad y se trata de un gesto altruista por parte de la que prestará su vientre.

 

En el fallo difundido por el portal Justicia Córdoba, el juez recomendó a la futura madre que explique a su hijo el modo en que fue gestado “en la medida que la capacidad y grado de madurez de aquel lo vaya permitiendo”.

 

 

El caso

La mujer que solicitó la autorización hace siete años había intentado someterse a una fertilización asistida con donante masculino anónimo. Pero, luego de realizarse los estudios prescriptos, se le diagnosticó cáncer de útero, lo que terminó en la extirpación total del órgano.

 

Ante estas dificultades médicas, una amiga se ofreció a ayudarla a cumplir su anhelo sin que en esta decisión mediaran intereses económicos. En su presentación expresaron las partes que se trataba de un “gesto netamente altruista basado exclusivamente en el vínculo habido y cultivado entre las familias de ambas”.

 

De esta manera, la mujer que prestará el vientre recibirá óvulos y espermatozoides de donantes anónimos, por lo que, además de no existir voluntad procreacional de su parte, tampoco habrá un nexo biológico.

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