El gobernador de Salta, tradicionalmente identificado con posiciones de derecha, ya había mostrado señales de querer modificar su perfil cuando apoyó la despenalización del aborto
Pese al duro golpe que recibió en las últimas elecciones legislativas, Juan Manuel Urtubey sigue adelante con su proyecto presidencial. En ese marco, en las últimas semana se notó una intención de ajustar un tanto su perfil.
Históricamente identificado con prosiciones conservadoras y ligadas a la Iglesia Católica, hace unas semanas el gobernador de Salta sorprendió a todos al manifestarse en favor de la despenalización del aborto.
Este martes volvió a dar señales en ese sentido al introducir en su discurso el término “progresista”. En un acto que compartió con el senador rionegrino Miguel Pichetto, otro baluarte del peronismo no kirchnerisa, Urtubey aseguró que “no hay espacios para ser conservadores porque la Argentina necesita un gobierno de corte progresista, pero no sólo de discurso, sino que se anime a transformar la realidad de la gente”.
Si bien estas declaraciones públicas no se condicen con lo que sucede en su provincia -donde, por ejemplo, se insiste con impartir clases de religión en las escuelas públicas y se avala el desmonte pese a las críticas de los ambientalistas-, el giro en el discurso deja ver la intención de posicionarse de manera diferente.
Urtubey y Pichetto participaron de un acto organizado por la revista Movimiento 21, al que asistieron varios ex funcionarios menemistas y duhaldistas, y donde ambos dirigentes apuntaron sus dardos contra el macrismo y el kirchnerismo.
Pichetto, por su parte, aprovechó para hablar de lo que había sucedido horas antes en el Senado con el proyecto anti tarifazo: “La firma del dictamen es un mensaje del Congreso de que el rumbo del Gobierno es equivocado, porque este es un proceso de crisis que no cierra porque todo aumenta, y por eso es muy difícil para la gente, especialmente para la clase media”.