El rechazo a la reforma laboral marcó los actos por el Día del Trabajador

La iniciativa que el Ejecutivo envió al Senado unificó los discursos de la jornada. Desde el moyanismo y los gremios combativos amenazaron con el llamado a un paro

 

 

 

 

Era tan previsible, que Mauricio Macri evitó repetir el gesto de otros años y esquivó una foto con el gremialismo, aún el más cercano a la Casa Rosada. Apenas cinco días después de haber sido remitido para su tratamiento al Senado, el paquete de proyectos laborales que contempla una rebaja en las indemnizaciones por despidos se convirtió en el denominador común de los críticos mensajes de sindicalistas, movimientos sociales y agrupaciones de izquierda en el marco de las celebraciones por el Día del Trabajador.

 

Hasta el ala dialoguista de la CGT decidió asumir públicamente el rechazo sindical a la iniciativa. “En estos días nos desayunamos con un proyecto que quiere volver a bajar las indemnizaciones y otro que quiere hacer desaparecer las indemnizaciones, como si eso fuera el problema de la inversión en la Argentina”, cuestionó Héctor Daer, uno de los miembros del triunviro de conducción cegetista. El discurso resonó desde el escenario del salón Felipe Vallese de la sede de la entidad, al que también se subió Dilma Rousseff para recibir el respaldo sindical al detenido ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva. Las críticas de Daer contra la iniciativa del Gobierno apuntalaron la ofensiva que la primera línea de la CGT ya puso en marcha para bloquear la sanción legislativa del proyecto y que incluirá durante los próximos días una ronda de encuentros con los jefes de los bloques del peronismo en el Congreso.

 

Pese a los cortocircuitos de los últimos meses puertas adentro de la central obrera, también el moyanismo resolvió avanzar con su propio plan contra el paquete laboral oficialista. Así, a través de un pronunciamiento difundido ayer, Pablo Moyano vinculó el proyecto del Gobierno con la denominada “ley Banelco” de flexibilización laboral impulsada por la gestión de Fernando de la Rúa en el año 2000 y aseguró el sector sindical que integra “no será parte de esta estafa, de estas medidas anti pueblo”.

 

“Esta reforma es una réplica de los reiterados tarifazos, despidos, del recorte a los aumentos de las jubilaciones y demás políticas que perjudicaron, y aún lo hacen, a la clase trabajadora”, acusó el hijo de Hugo Moyano en la declaración y advirtió que el sindicato de Camioneros “saldrá a la calle” e “irá hasta las últimas consecuencias” para frenar los cambios en materia laboral.

 

En línea con el malestar de la CGT y el moyanismo, también el sindicalismo de izquierda y los movimientos sociales que marcharon ayer en el centro de la ciudad de Buenos Aires en el marco de las actividades por el Día del Trabajador, repudiaron los proyectos de la Casa Rosada y anticiparon un plan de lucha. Los primeros, agrupados en el Frente de Izquierda (FIT), se movilizaron hacia la Plaza de Mayo, donde cuestionaron las políticas del Ejecutivo y llamaron a la unidad de los trabajadores para enfrentar la reforma laboral y repudiar el incremento de las tarifas de los servicios públicos.

 

Por su parte, al mediodía, las agrupaciones Barrios de Pie, CTEP y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) marcharon desde Plaza Constitución hasta el monumento al Trabajo, en Paseo Colón e Independencia, donde cuestionaron las políticas del gobierno de Macri y llamaron a la “unidad de toda la clase obrera y popular”. “No vamos a bajar la bandera del trabajo y vamos por la unificación del movimiento obrero y popular”, afirmó el coordinador nacional de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, quien criticó el impacto del aumento de las tarifas sobre los sectores más vulnerables, una decisión que calificó como “una política criminal” de parte del Ejecutivo.

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