La ciencia indica que la causa de la dislexia podría estar en los ojos

Un grupo de investigadores franceses ha realizado una investigación en torno al trastorno que afecta la capacidad de lectura y escritura

 

 

 

 

 

La dislexia es una Dificultad Específica de Aprendizaje (DEA) que afecta los procesos de lectura y escritura y que padecen alrededor de 700 millones de personas a nivel global, es decir, una de cada diez. Se trata de una condición o característica cuyo origen exacto se desconoce hasta el momento y que acompañará a la persona durante toda su vida. Si bien no tiene cura, a través de la ayuda de especialistas y el acompañamiento del entorno, es posible que el paciente mejore significativamente. Al igual que en otras patologías, la clave está en la detección temprana y es en este momento donde tanto la escuela como el hogar juegan un papel fundamental.

 

Recientemente, un grupo de investigadores franceses llevó adelante un estudio con el objetivo de indagar acerca de cuáles podrían ser las causas de la dislexia. A medida que avanzaba la investigación, los científicos realizaron un hallazgo que podría cambiar el futuro de la patología. De acuerdo a los resultados del análisis, la causa del trastorno podría ser anatómica y tratable, ya que estaría localizada en unas pequeñas células receptoras de luz en los ojos.

 

Las personas que no están afectadas por esta disfunción no tienen la misma forma en ambos ojos, es decir, son asimétricos. Esto significa que cuando ven una imagen el cerebro “elige” la señal enviada por el ojo dominante para recrearla, ya que el ser humano tiene uno que prima sobre el otro.

 

En cambio, los disléxicos presentan una simetría en esa zona de ambos ojos, según el estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B. Esa característica provoca que el cerebro encuentre una gran dificultad para elegir entre las dos señales enviadas por ambos ojos. De esta forma se podría explicar la confusión que muchas veces sufren las personas con dislexia a la hora de leer y escribir, por ejemplo, las letras “b” y “d”.

 

Además, con este hallazgo se puede hacer un diagnóstico -tanto en niños como en adultos- de una forma relativamente simple, ya que se determina observando los ojos.

 

Ropars y su colega Albert Le Floch -ambos líderes del estudio- llegaron a estas conclusiones a través de la comparación de dos grupos de 30 estudiantes, uno de ellos con alumnos disléxicos y otro no.

 

De la misma forma, el tratamiento también resultaría sencillo y fácil de administrar. Descubrieron que existe un lapso de tiempo entre la imagen primaria -la que ve el ojo- y la imagen espejo -recreada por el cerebro-. En consecuencia, desarrollaron un método para borrar la imagen espejo que confunde a las personas disléxicas mediante una lámpara led, según explicaron los autores de la publicación.

 

Algunos de los participantes afectados por esta disfunción que participaron en la investigación calificaron a la solución como una “lámpara mágica”. Sin embargo, los investigadores advirtieron que son necesarios nuevos estudios para confirmar que la técnica funciona realmente.

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