Está convocada para esta tarde una reunión, en la sede del Ministerio de Agroindustria, de la mesa nacional frutícola. Los chacareros llevan una extensa lista de pedidos
La mesa nacional frutícola volverá a reunirse este viernes, en la sede del Ministerio de Agroindustria. El titular de esa cartera, Luis Miguel Etchevehere, recibirá otro paquete de demandas para darle oxígeno a una economía regional asfixiada por la crisis que atraviesa desde hace décadas. Los productores, enrolados en la Federación de Río Negro y Neuquén, al igual que ministros provinciales, empresarios y representantes de cámaras exportadoras están invitados a dialogar. Esta será la primera reunión del sector tras la salida de Ricardo Buryaile. A mediados de diciembre, cuando Etchevehere desembarcaba en el cargo, una lista de reclamos llegó a su despacho. Pero, esta vez, escuchará de los protagonistas los inconvenientes que existen en los valles.
Alberto Diomedi, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca rionegrino, ratificó su presencia para imitar el diálogo de principios de esta semana, cuando citó a la Secretaría de Fruticultura, en Allen, a un puñado de federados. Luego de algunos momentos de tensión, acordó volver a discutir el Libro Blanco propuesto por el gobernador Alberto Weretilneck. El mismo, destacó el funcionario, es la posibilidad concreta de revertir años de mala gestión.
Pedidos
El 15 de diciembre pasado, la Federación de productores de Río Negro y Neuquén le envió dos cartas a Etchevehere. La primera, que describía el pobre nivel de rentabilidad que generaban los campos de pera y manzana, y la imposibilidad de encarar la cosecha 2018 (la temporada comenzó hace horas), era insignificante a la segunda que vaticinó un grave problema sanitario. Para los chacareros, es “altísimo” el porcentaje de fruta que no será cosechado y eso abrirá el camino a otro problema más que podría golpear la temporada 2018/19. Y resaltaron que “el esfuerzo” realizado por el Estado nacional se “derrumbará” cuando no se levante la fruta.
Siete fueron las medidas que detallaron en uno de los adjuntos que le llegó a Etchevehere. La primera, busca compensar la producción primaria con el costo de la cosecha por el valor de $1,5 por kilo de fruta. En relación, resaltan los productores, ese costo va sólo en mano de obra y serviría para mantener los puestos de trabajo.
El segundo apunta a que la actividad primaria pueda adherir, y ser beneficiaria del programa REPRO. Una flexibilización administrativa para el ingreso -resaltan- serviría para contar con esa operatoria a partir de la cosecha de este año y en todas las actividades culturales (poda, raleo) que se realizan en las chacras. La tercera, en carácter de urgente, es la aprobación de la adenda de la operatoria de poda 2017, que significaría un respiro de 70 millones de pesos.
La cuarta es la declaración nacional emergencia y/o desastre agropecuario ante daños ocasionados por las heladas o el granizo de las temporadas 2016/2017. La suma, si se avala, sería de 85 millones de pesos. La quinta, se encuadra en la reducción de costos laborales y financieros. El sexto, es que se allane el camino -mediante ley nacional- para que los chacareros puedan percibir el costo de producción más un margen de utilidad por su fruta.
El último de los puntos exigía la reglamentación de la ley 27354, decisión que tomó el presidente Mauricio Macri el primer día hábil del año mientras descansaba en el exclusivo country Cumelén, de Villa La Angostura.
Al respecto, fuentes del Ministerio de Agroindustria resaltaron la disposición al “diálogo” y la posibilidad de un primer encuentro, de los que esperan, sean varios este año.