El Gobierno apuesta a volcar hasta 50.000 millones de pesos en créditos para reactivar el consumo a quienes cobran la AUH y pensiones no contributivas, e inyectar antes de las elecciones de octubre $10.000 millones, con lo que “empataría” la caída en el poder de compra para los sectores más vulnerables de la economía. Crecen las dudas sobre que a mediano plazo se reduzcan aún más los ingresos de los que menos ganan, ya que capacidad de repago de quienes saquen los créditos a través de las AUH, ya que se necesitan hasta 3,2 haberes para amortizar el préstamo a 2 años
“Keynesianismo electoral”: así es como definen muchos economistas liberales (ahora devenidos funcionarios del área económica) el préstamo a quienes más perdieron con la inflación durante el último año y con el cual el Gobierno busca recomponer el alicaído el consumo. Y es que la ampliación de la línea de créditos Argenta que el Gobierno instrumentó través un decreto de necesidad y urgencia (DNU) y que le permitirá a la Anses extender a los beneficiarios de AUH y jubilados y pensionados su línea de créditos de hasta 50.000 millones, parece estar lejos de los planes económicos de la administración Macri, que siempre que debería ser la inversión y no el consumo el motor que empujara el crecimiento.
“El Gobierno apunta a recomponer el consumo en medio de una contienda electoral. Consumo que se cayó aún más entre los sectores de más bajos ingresos. Esto recompone un poco sus ingresos” señaló a BAE Negocios el economista Andrés Asiaín, quien agregó que “igual, la suba de tasas del BCRA para contener la escalada del dólar, encarece el crédito al consumo contribuyendo también a su estancamiento”.
En los hechos, el plan del Gobierno que les permite a las madres titulares de AUH solicitar montos de hasta 3.000 pesos por hijo, a devolver en 12 meses, o hasta 5.000 pesos por hijo a reintegrar en 24 cuotas mensuales, recompone la pérdida de ingresos de los más necesitados. Beneficio que se agranda para quienes cobran pensiones no contributivas (PNC), madres titulares de AUH con 7 hijos y Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM), donde el préstamo se devolverá en 12, 24 y 36 cuotas con montos disponibles de 12.000, 20.000 y 30.000 pesos, respectivamente. La Tasa Nominal Anual, en todos los casos, será del 24 por ciento.
Pero la duda surge a partir del costo financiero del préstamo, que tendrá un peso relevante para familias con escasa capacidad de ahorro, ya que de acuerdo a un informe de la Universidad de Avellaneda (Undav) “el esfuerzo de la devolución del préstamo equivaldrá al pago de 2,7 meses completos de la asignación por hijo, para la línea a un año, mientras que será de 3,2 meses para la línea a dos años de plazo “a pesar de la rebaja en la tasa de interés real que pagan los que beneficiarios de AUH ya que, descontada la inflación “trepa al 5,9% para la línea a un año y al 10% para la línea a dos años”. Una tasa blanda, que aunque favorece a los sectores populares, igual es alta debido a la vulnerabilidad financiera de los tomadores del préstamo.
En rigor, señalan desde la Undav, la “línea de créditos no resulta suficiente para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo del último año y medio. En la comparación entre la evolución nominal de la AUH desde diciembre de 2015 y la evolución del índice de precios, el deterioro real alcanza el 8,6%”. En este sentido, el economista Sergio Chouzas afirma que “lo que se está prestando a las familias es casi lo mismo que vieron deteriorado su poder adquisitivo” y afirma que “el desacople entre la AUH y la inflación fue fuerte y deterioró la capacidad de compra de la canasta básica alimentaria un 4%. En el agregado, los beneficiarios del programa dejaron de percibir cerca de $9.340 millones”.
Una suma que el Gobierno propone inyectar en el próximo semestre a los sectores de menores ingresos y mejorar su relación con su electorado más adverso.