La Comisión Especial de la Cámara de Diputados de Brasil concluyó el análisis de la Propuesta de Enmienda Constitucional que habilitará la modificación del sistema de pensiones, con lo que se dio paso al proceso de votación para los últimos ajustes del texto
La reforma, impulsada por el presidente interino, Michel Temer, es rechazada por el 93% de la ciudadanía. Sin embargo, la Cámara aprobó el texto base por mayoría de votos, al que sólo faltaría agregar una docena de enmiendas, sugeridas por los diputados, para su aprobación.
Pese a lo impopular de la medida, el diputado y relator de la propuesta, Arthur Maia señaló que el plan “ya no es el enviado por el gobierno, sino otro construido por la sociedad brasileña”.
Una de las controversias de la enmienda constitucional es que prevé una edad mínima para el retiro de 65 años para los hombres y de 62 para las mujeres, propuesta por Maia.
En este sentido, una serie de voces expresaron su opinión contraria sobre la enmienda. Alice Portugal, del Partido Comunista de Brasil manifestó que “no hay nada tan cruel contra los más pobres como esta reforma fiscalista”.
Por su parte, Ivan Valente aseguró que el voto del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) sería un rotundo no a la reforma y convocó al “hostilizado pueblo brasileño” a ocupar Brasilia, cercar el Congreso Nacional y exigir respeto a sus derechos.
Gremios protestan
En tanto, el presidente de la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), Adilson Araújo, llamó a ocupar Brasilia el próximo 17 de mayo, para protestar contra las reformas impulsadas por el gobierno.
Araújo exhortó a la clase trabajadora a realizar una vigilia frente a la Cámara de Diputados, donde se analiza la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC 287) que reformará el sistema de pensiones.
“El cuerpo a cuerpo con los parlamentarios será fundamental para presionarlos a votar contra la PEC 287, que acaba con la seguridad social pública”, sostuvo.
De acuerdo con el líder de la CTB, el 24 de mayo se realizará en la capital una gran marcha de todas las centrales sindicales, enmarcada también en la intensa batalla en defensa de los derechos laborales.
“La lucha en Brasilia será decisiva”, remarcó Araújo, quien no descartó la posibilidad de que se organice una nueva huelga general como la del pasado 28 de abril.
“Por el contrario, resistir a toda costa los ataques a los derechos sociales y laborales es y será nuestra palabra de orden”, subrayó.
Aunque se hayan hecho algunas concesiones en el proyecto de reforma del sistema de pensiones, “la propuesta sigue indigerible”, sostuvo Araújo, para quien resulta cada vez más clara la disposición del gobierno Temer de llevar a cabo su agenda ultraliberal.