Unos 1.600 niños sirios que en su mayoría quedaron sin casas donde vivir ni escuelas donde poder seguir con sus estudios, todos ellos desplazados por la guerra, volvieron a clases gracias a una donación de la Fundación Leo Messi, con la que se construyeron un total de 20 aulas, según informó través de una nota Unicef
Las aulas prefabricadas, totalmente amuebladas, fueron instaladas en Tartus (ciudad costera cuyo puerto es el segundo del país y está manejado por el gobierno de Rusia) y en zonas rurales de Damasco “gracias a una generosa donación de la Fundación” del futbolista argentino, puntualizó el organismo.
“Más del 60 por ciento de los niños que asisten a estas escuelas han sido desplazados de sus hogares debido a los combates”, indicó el programa dependiente de las Naciones Unidas, a través de un comunicado.
Según Unicef, “después de más de seis años de conflicto, 1.750.000 niños en Siria están fuera de la escuela y millones más están en riesgo de abandonar sus estudios por el mismo motivo central. Una de cada tres escuelas no puede utilizarse ya que han sido destruidas por los ataques o están siendo utilizadas como refugios o para fines militares”.
Messi es Embajador de Buena Voluntad de Unicef y en el comunicado se recuerda un reciente posteo del rosarino al cumplirse seis años del conflicto en Siria en el que puntualizó: “un día de guerra es demasiado. Los niños de Siria llevan seis años sometidos a la violencia y crueldad de un conflicto que los tiene como rehenes”.
En el fin de ese mensaje el astro del Barcelona de España y el Seleccionado argentino resaltó que “como padre y Embajador de Unicef tengo el corazón destrozado”, frase a la que posteriormente le adosó como cierre “sumá tu voz a Unicef para exigir el fin de la guerra”.