El hombre que mató a un policía e hirió a otros dos antes de ser abatido por las fuerzas del orden este jueves en París era objeto de una investigación antiterrorista y había estado preso por intentar matar a policías, según fuentes judiciales
El hombre era objeto de una investigación antiterrorista y había estado preso por intentar matar a policías, según fuentes judiciales.
El atentado fue reivindicado en un comunicado por la organización yihadista Estado Islámico.
El autor había sido condenado en febrero de 2005 a quince años de cárcel por tres tentativas de homicidio intencional, dos de ellos contra policías.
Los hechos se originaron en una persecución en 2001. En momentos en que circulaba en un automóvil robado y armado con un revólver, chocó contra un vehículo en cuyo interior había un alumno de la escuela de policía.
El hombre huyó caminando antes de ser alcanzado por el conductor del vehículo chocado y de su hermano aspirante a policía. El individuo efectuó dos disparos, hiriendo a ambos en el tórax antes de ser detenido. Dos días más tarde hirió gravemente a un policía a la salida de su celda tras arrebatarle el arma, abriendo fuego reiteradamente.
Los allanamientos e investigaciones en curso buscaban establecer “si tuvo o no cómplices”, dijo Molins, que dará una rueda de prensa el viernes.
En declaraciones a la prensa, el portavoz del Ministerio francés del Interior, Pierre-Henri Brandet señaló que el autor disparó “deliberadamente” contra un agente que se encontraba en un furgón policial y, posteriormente, trató de matar a otros compañeros que estaban en la calle.
Brandet indicó que el asaltante utilizó un “arma automática de guerra”, aunque no confirmó los testimonios de algunas personas que señalaban que se trataba de un Kalashnikov.
Señaló que los dos agentes están “gravemente heridos” y hospitalizados, pero negó las informaciones que apuntaban que uno de ellos había muerto.
El portavoz se negó a dar el nombre, pero los yihadistas del Estado Islámico, quienes se adjudicaron el ataque, identificaron al agresor como Abu Yusuf al-Beljiki, alias “el belga”.