Assange dio marcha atrás y anunció que no se entregará

El australiano Julian Assange, fundador del sitio WikiLeaks, dio marcha atrás respecto a su extradición a Estados Unidos, donde dijo que volverá para enfrentar los cargos en su contra si sus “derechos son garantizados”

 

 

 

 

 

 

Así lo escribió este miércoles en su portal Internet creado por él y a través del cual difunde documentos secretos y confidenciales. Las declaraciones de Assange fueron hechas después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, conmutara la pena contra Chelsea Manning, que purgaba 35 años de cárcel por haber transmitido a WikiLeaks más de 700.000 documentos confidenciales.

 

Si bien en un primer momento algunos medios británicos y estadounidenses informaron que Assange estaba dispuesto a regresar a Estados Unidos si se liberaba a Manning, uno de los abogados del periodista australiano desmintió la versión.

 

Explicó que la decisión de Obama no era suficiente. “Es menos de lo que Assange pidió. No se pedía una reducción de la pena, sino la gracia y la excarcelación inmediata de Manning”, explicó el abogado.

 

Mientras tanto, del lado republicano la decisión no fue bien recibida, y el vicepresidente electo Mike Pence dijo que Manning era un “traidor”, al tiempo que acusó a Obama de haber cometido un grave error. Con el agravante ahora de no haber obtenido ni siquiera el retorno al país del “guru” de Wikileaks, uno de los hombres al cual Estados Unidos quería meter preso desde hace años.

 

Reconstruyendo los hechos, el fundador de WikiLeaks, el sitio que publicó en 10 años miles de documentos secretos y peligrosos para Estados Unidos, incluidos los recientes ciberataques rusos, había prometido la semana pasada que si el presidente estadounidense concedía la gracia a Manning, él aceptaría la extradición al país. “A pesar de la clara inconstitucionalidad” del caso pendiente ante el Ministerio de Justicia.

 

Luego de la medida de Obama, Assange usó Twitter para cantar “victoria”, agradecer a sus seguidores, y calificar a Manning como “un héroe, cuyo coraje debería ser aplaudido”. Pidió además a Estados Unidos que “detenga su guerra contra los informantes y los editores como WikiLeaks” y como él mismo, porque ellos “distribuyen información auténtica sobre cuestiones claves como los abusos de los derechos humanos y los actos ilegales de dirigentes del gobierno”.

 

Pero no cumplió con su promesa y en su lugar hablaron sus abogados.

 

“Todo lo que dijo, lo mantendrá”, dijo en principio una de sus abogadas, Melinda Taylor, citada por medios estadounidenses y británicos.

 

Sin embargo, otro de sus abogados, Barry Pollack, no se refirió a la intención de Assange de entregarse a la justicia estadounidense y se limitó a recordar que pidió desde hace meses al Departamento de Justicia que aclare el estatus de su asistido.

 

“Espero que ocurra pronto”, aseveró.

 

Efectivamente, el Departamento de Justicia jamás anunció ninguna acusación contra Assange y no está claro si lo hizo de forma secreta. Assange está desde junio de 2012 refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia, donde es acusado de abuso sexual.

 

Detrás del pedido de extradición a Suecia, según analistas, existiría la voluntad de extraditarlo luego a Estados Unidos, donde podrá ser incriminado por violación de secretos de Estado.

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