Denuncian al cura de Federación por un caso de violencia de género

Todo se originó en una homilía que pronunció en el patio de la escuela de la que es asesor espiritual

 

 

 

 

 

 

La periodista Natalia Soledad Guirado denunció por violencia de género al cura Pablo Méndez, vicario de la Parroquia Inmaculado Concepción, de Federación, templo que está bajo la jurisdicción del obispado de Concordia.

 

El sacerdote es asesor espiritual de la Escuela Privada Nº 121 Corazón Inmaculado de María, que ocupa un edificio que en 2015 debió ser clausurado por Defensa Civil y Bomberos debido a las deficientes condiciones.

 

Pero la complicación mayor no es con el edificio, y con los reclamos que hacen los padres por las malas condiciones en las que estudian sus hijos, sino por la situación de la Asociación San Francisco de Sales, responsable de la escuela. Las dudas que existen es por la falta de presentación de los números, balances y además preguntan por su situación ante la Inspección General de Justicia (IGJ).

 

La situación de la Escuela Nº 121 fue motivo de preocupación de la diputada provincial Gabriel Lena (Cambiemos) que en junio último reclamó respuestas al Poder Ejecutivo provincial. En particular, pidió que se conteste una gestión iniciada por los padres el 19 de noviembre de 2015 ante diferentes organismos del Estado y en la que pidieron intervención por la situación de la institución. Las presentaciones se hicieron ante la Dirección de Educación de Gestión Privada, dependiente del Consejo General de Educación y Dirección de Inspección de Personas Jurídicas, solicitando la intervención para llamar a asamblea extraordinaria para designación de autoridades, socios activos, publicación de libros societarios, balances, estados contables y rendición de cuentas de la Asociación San Francisco de Sales.

 

Aunque el cura Méndez no es apoderado legal por cuanto la escuela no es parroquial, sino que depende de una asociación civil, ejerce como capellán y asesor.

 

 

 

 

Fuerte cruce

Guirado es periodista de la FM Omega, de Federación, donde conduce el programa “El primero del día”, uno de los envíos más escuchados de la emisora. Además, es mamá de un nene que asiste a la Escuela Nº 121. Y conoce la precaria situación de la Asociación San Francisco de Sales, lo ha dicho en forma pública y ello derivó en un enfrentamiento con el cura.

 

El relato de los hechos que publicó la radio en su sitio web (http://omega901.com.ar/) da cuenta de que el lunes 12 del actual, en el acto de colación de la escuela, el cura Pablo Méndez se hizo presente, y antes de impartir la bendición urbi et orbi, tuvo un gesto destemplado. La emprendió contra la periodista, que se encontraba en su rol de madre en el lugar.

 

El sacerdote, según FM Omega, increpa a la mujer, “le recrimina sus dichos en la radio, la acusa de haberlo grabado y, casi sin mediar palabra, se va, negándole la posibilidad a Guirado de responderle”. Al día siguiente, martes 13, contó los hechos en su programa en FM Omega. El trasfondo no era un malestar personal sino que tenía su razón de ser en las críticas al cura por la falta de transparencia en el manejo de la escuela.

 

Era el comienzo de la tempestuosa reacción del sacerdote.

 

El miércoles 14 la mujer fue hasta la secretaría de la Parroquia Inmaculada Concepción por un trámite de rutina. Allí, el cura tuvo un trato descortés y violento con la mujer. “Pero qué chiquito que es el mundo: miren a quién me encuentro aquí!”, se abalanzó, según el relato de la mujer. La periodista no quiso responderle, y le explicó que si quería debatir algún asunto relacionado con el manejo de la escuela, lo podía hacer en la radio, y no ahí.

 

Entonces, el cura le dijo: “Pero usted está en mi territorio y me va a tener que escuchar”. Guirado evitó el encontronazo y le comunicó a la secretaria parroquial que en otro momento completaría el trámite, que se retiraba. Pero el cura siguió hostigándola, y la despidió con una frase amenazante: “Y guarda con decir mañana algo en la radio porque te mando una carta documento, no sabes con quién te metiste”.

 

 

 

 

 

Denuncia

La diatriba del cura llevó a Guirado a presentar una denuncia en la Policía de Federación. En medio, y para evitar un nuevo encuentro entre la periodista y el cura, el jefe departamental de Policía, Nelson Vega, envía a un oficial a completar el trámite que había ido hacer a la secretaría parroquial. Luego, una oficial de turno le tomó declaración y, tras oírla, determinó que debía realizarse una denuncia por violencia de género laboral institucional.

 

Además, elevó notas al obispo Luis Armando Collazuol, y al párroco de Federación, Pascual Odiard. La denuncia policial pasó luego a manos del juez en lo Civil y Comercial de Federación, Alejandro Daniel Rodríguez. No obstante, el magistrado entendió que la denuncia no encuadraba en violencia de género, aunque dio intervención a la Fiscalía.

 

El párroco de Federación, Blas Pascual Odiard, dijo este domingo  que no estaba al tanto de la denuncia. “Algo me enteré anoche, pero no sé nada”, dijo, antes de cortar la comunicación.

 

En realidad, el sacerdote Pablo Mendez, enterado de la denuncia en la Justicia, designó abogados, aunque no quiso hacer declaraciones públicas, por recomendación del obispo Collazuol.

 

 

 

Qué pasó con la causa

“¿Qué hice yo para pasar por todo esto?”, se pregunta Soledad Guirado.

 

Todo esto es, claro, el entredicho con el cura, el gesto del destemplado del cura, el tono amenazante del cura.

 

Dice que el cura utilizó el acto de colación de su hijo, que concluyó la primera, para reprocharle sus dichos en la radio; y que lo volvió a hacer en la secretaría parroquial, cuando fue en busca de un certificado de confirmación.

 

Que después de todo eso, se sintió angustiada y que al primer lugar que pensó en ir fue la Policía. Se presentó en la Policía, y una oficial le dijo que la denuncia la encuadraría como violencia de género laboral institucional.

 

Que así fue derivada al Juzgado Civil y Comercial de Federación, a cargo del juez Alejandro Daniel Rodríguez. Pero el juez dijo que no correspondía caratularla así, y giró el expediente a la Fiscalía, que, dice Soledad Guirao, todavía resta expedirse.

 

“Soy muy creyente, jamás pensé en verme obligada a denunciar a un cura. Eso pensé enseguida: que estaba denunciando por violencia de género a un cura”, cuenta.

 

Y cuenta que pensó también esto otro: “Mirá si ahora me castiga Dios por lo que hice”, eso pensó. Pero que enseguida pensó otra cosa: “¿Y por qué me va a castigar a mí y no al cura, que fue el que actuó mal?”.

 

 

 

 

De quién depende la escuela

La Escuela Privada Nº 121 estuvo a cargo por las franciscanas, o “monjas azules”, como tradicionalmente se las conoce.

 

Pero, como ha ocurrido con muchas congregaciones, desde hace 20 años las religiosas abandonaron Federación, y dejaron a cargo de la escuela a una asociación civil, compuesta por laicos.

 

Oscar Rigoni, vocero del obispado de Concordia, señaló que las monjas tienen un vocal en la Asociación, “aunque rara vez vienen a Federación”.

 

El sacerdote reconoció que hay malestar entre los padres por la situación de la escuela, que debió desalojar el nivel inicial y primario del edificio y ubicar a los alumnos en otro lugar.

 

“Ese edificio fue construido por la CTM (Comisión Técnica Mixta de Salto Grande) y tuvo fallas. El terreno se mueve, y por eso el edificio quedó en riesgo y hubo que desalojarlo. Estamos esperando que CTM ayude en la reparación, como ha hecho con otros edificios que han estado en la misma situación”, contó.

 

“Hace un año que el edificio fue desalojado, y entiendo la queja de los padres, que pagan una cuota y sus hijos tienen que dar clases en espacios que no son los adecuados”, admitió.

 

Pero la diputada Gabriela Lena, de Cambiemos, señala que además de los problemas de infraestructura del edificio, está la cuestión legal, que también preocupa a los padres y por eso las críticas hacia la Asociación San Francisco de Sales. “Hay problemas con la personería jurídica, y sobre eso están averiguando los padres”, relató.

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