El archivo es cruel para el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, en relación con el debate por la ley de reforma al Impuesto a las Ganancias
Ayer encabezó, ante los micrófonos en Buenos Aires, la movida por el rechazo al proyecto tal como pasó de Diputados al Senado. Pidió “parar la pelota”, y discutir una propuesta que libere a las provincias del costo fiscal. Aseguraba representar el pensamiento de nueve provincias y se despegó de Sergio Massa: “No soy parte de su espacio político”. Probablemente sea Schiaretti el gobernador más alineado a Mauricio Macri, incluida la propia María Eugenia Vidal. A punto tal que en su provincia le atribuyen buscar una eventual candidatura a vicepresidente de Macri en 2019.
Más allá de esas especulaciones, y en relación con el archivo, el cordobés quedó desacomodado cuando le recordaron que en 2014, y con el acompañamiento del ahora senador Carlos Caserio y de la diputada Blanca Rossi, presentó, fastidiando al kirchnerismo y anticipándose a Massa, su propio proyecto de cambios en el Impuesto a las Ganancias. Consideraba el entonces diputado Schiaretti que ” el Estado ha actualizado el mínimo no imponible del impuesto, multiplicándolo por 3,89 veces respecto de 1999, mientras que los salarios, según datos del Indec, se han multiplicado 8,89 veces, lo que implica un atraso de 500%”. De ahí que sostenía como necesario llevar el mínimo no imponible a $50 mil, con un mecanismo de actualización semestral. Según fundamentó, el esquema impositivo de entonces sumaba “inequidad, porque no sólo mayor cantidad de trabajadores pagan el impuesto, sino que tributan mucho más porque no se actualiza la tabla desde 1999. Si se hubiera aprobado la propuesta de Schiaretti, aplicando el mecanismo de actualización, hoy se pagaría Ganancias sobre salarios superiores a los $180 mil. En ese momento Schiaretti era diputado nacional, no gobernador. Su provincia era administrada por José Manuel de la Sota. No recibía entonces la provincia el 15% adicional por coparticipación que hoy cobra después que De la Sota litigara contra el Gobierno nacional ante la Corte Suprema. Tampoco contaba con el acuerdo de financiamiento de la Caja de Jubilaciones de la provincia por casi dos mil millones anuales y debía financiar el total de ese déficit con recursos propios. Parece que los términos del debate entre “responsables e irresponsables fiscales”; “serios y demagogos”; o “sensibles e insensibles” dependen, en la versión del cordobés, del momento y la responsabilidad del cargo.