El gobernador desautorizó al senador entrerriano Kueider, que tuvo que aclarar que no se va del Frente de Todos
El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, se despegó de la maniobra de Juan Schiaretti y Alberto Rodríguez Saá para romper el bloque del Frente de Todos en el Senado y desautorizó a su senador Edgardo Kueider, que tuvo que aclarar que no se va del oficialismo.
“Las fracturas sólo contribuyen a generar grietas (…) Nuestra pertenencia a este proyecto no tiene dudas ni condicionamientos”, afirmó Bordet luego de que Kueider -un dirigente de su entorno más cercano- se sumara a la jugada para dividir al peronismo y dejarlo sin quórum.
Bordet ratificó de esa forma su permanencia en el Frente de Todos y desactivó al menos momentáneamente las versiones que lo daban cerca del armado que impulsa Schiaretti con los gobernadores descontentos con la Casa Rosada.
Esas versiones estaban alimentadas también por los últimos movimientos de Bordet, que tras ser uno de los gobernadores más cercanos a Alberto Fernández empezó a tomar distancia y ni siquiera quiso firmar el pedido de juicio político a la Corte Suprema, exponiendo además que lo habían sumado sin su consentimiento.
El despegue de Bordet obligó al propio Kueider a salir a bajarle el tono a la jugada en el Senado y a ratificar que permanece dentro del oficialismo, a pesar de compartir bloque con una opositora como la schiarettista Alejandra Vigo.
“Estamos alineados al Frente de Todos”, explicó Kueider, tras asegurar que no se fue del oficialismo y que la jugada sólo es parte de “una estrategia legislativa”. El entrerriano dijo que su salida “no tiene que ver con romper ni desarmar nada, por lo que es no es necesario que haya una preocupación por parte del Frente de Todos”. “Nosotros no buscamos convertirnos en oposición”, aclaró en radio Perfil.
“La decisión es mía y lo eximo al gobernador porque entiendo que esto tiene un costo político de acuerdo a la interpretación que se le dé. Yo no creo que le estamos haciendo un juego a la oposición”, completó Kueider.