En un día se registraron casi 27.000 contagios y 56 muertes en todo el territorio francés
Debido al aumento de contagios por coronavirus, las zonas más turísticas de Francia decidieron reforzar sus medidas sanitarias. En la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, comenzaron a exigir el tapabocas, al igual que en Finisterre, en la costa occidental y meridional de Bretaña, por el riesgo «persistente de contagio en los lugares» muy frecuentados.
El martes se registraron 26.829 nuevos contagios, en su mayoría por la variante Delta en todo el país y 56 muertes en hospitales, mientras que el número de hospitalizados asciende a 7.974 personas de las cuales 1.331 se encuentran en cuidados intensivos, 99 más que el lunes.
En la zona de Provenza es bastante peor que en otros lugares, ya que la Agencia Regional de Sanidad (ARS) aprobó activar el Plan Blanco en los centros sanitarios, es decir, que permitirá a los establecimientos sanitarios «organizarse para proponer 100 camas suplementarias en reanimación de aquí a una semana según las proyecciones actuales», indicó la ARS.
Además, el gobernador de Alta Córcega, departamento cuya capital es Bastia, anunció este miércoles medidas suplementarias, como un toque de queda en las actividades nocturnas gastronómicas a partir de la 1 de la mañana, y las fiestas de pueblos y reuniones de más de 10 personas en la calle quedan prohibidas, informó a EFE. En otras localidades turísticas como Bastia, Calenzana, Calvi o Saint-Florent, el tapabocas volverá a ser obligatorio al aire libre.
El Consejo Constitucional debe pronunciarse, el jueves, sobre si valida o no la ley del Gobierno que pretende generalizar el uso de un certificado sanitario para poder entrar a partir del próximo lunes en bares, restaurantes y transporte de larga distancia, entre otros lugares públicos.
