Alemania está luchando por contener una tercera ola de infecciones, con esfuerzos complicados por la variante B117, más contagiosa, que se identificó por primera vez en el Reino Unido
La tasa de infección por coronavirus en Alemania subió el fin de semana a pesar de las restricciones más estrictas, mientras que el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, advirtió que recién a fines de mayo se aliviarían las restricciones.
Alemania está luchando por contener una tercera ola de infecciones, con esfuerzos complicados por la variante B117, más contagiosa, que se identificó por primera vez en el Reino Unido, y por un comienzo relativamente lento de su campaña nacional de vacunación.
“Necesitamos un calendario para volver a la vida normal, pero debe ser un plan que no tendrá que ser revocado tras pocos días”, dijo Scholz al periódico Bild am Sonntag.
El gobierno federal debería poder esbozar “pasos de apertura claros y valientes” para el verano boreal a fines de mayo, permitiendo que los restaurantes ajusten los planes de reapertura y que los ciudadanos planifiquen las vacaciones, indicó.
El funcionario sostuvo que los pasos también aclararían cuándo serían posibles las visitas a conciertos, teatros y estadios de fútbol.
La canciller Angela Merkel instó el sábado a los alemanes a ceñirse a reglas más estrictas impuestas en áreas con altas tasas de infección durante el fin de semana, y dijo que se necesitaban medidas adicionales para romper la tercera ola de infecciones.
El promedio de siete días en Alemania de casos por cada 100.000 habitantes aumentó a 166 durante el fin de semana, informó el domingo el Instituto Robert Koch.
El Parlamento aprobó enmiendas a la Ley de Protección contra Infecciones la semana pasada para otorgar al gobierno federal más poderes en la pandemia. Merkel elaboró los cambios después de que algunos de los 16 estados federales se negaran a implementar medidas más estrictas.