Concepción del Uruguay sigue asombrada por el crimen ocurrido el martes en plena mañana, cuando cerca de las 11, en la zona del acceso a la ciudad, un hombre fue acribillado a balazos. La familia no sabe que pasó
La Policía del departamento Uruguay intenta estudiar a fondo el último homicidio perpetrado en esa jurisdicción, el que aún no ha podido ser esclarecido y ya se lo analiza como “ejecutado por sicarios mafiosos”.
La Policía del departamento Uruguay intenta estudiar a fondo el último homicidio perpetrado en esa jurisdicción, el que aún no ha podido ser esclarecido y ya se lo analiza como “ejecutado por sicarios mafiosos”.
Se hallaron seis vainas de calibre 9 milímetros cerca de donde estaba el auto. El cuerpo de la víctima presenta al menos dos impactos de bala detrás de la oreja izquierda y otro en un brazo.
Lo cierto es que Concepción del Uruguay no sale de su asombro por el crimen ocurrido este martes en plena mañana, cuando cerca de las 11, en la zona del acceso a la ciudad, un hombre fue acribillado a balazos.
La víctima del hecho fue Pablo Raúl “Toti” Bourguelo, de unos 40 años, responsable de una Cooperativa Social, que se hallaba sobre la colectora sur del acceso Juan José Bruno, a metros de calles 33 del Oeste, en su Toyota Corolla, cuando fue sorprendido por dos sujetos que transitaban en una moto (de la cual todavía hay dudas de las características y color), que al pasar cerca del rodado dispararon a mansalva para continuar su camino en dirección al oeste y perderse por calle 33 en dirección al sur, ante la atónita mirada de los trabajadores de la Cooperativa que trabajaban en la zona.
El hecho sin lugar a dudas estaría dentro de lo llamado “crimen mafioso”, por las características del suceso, la frialdad y la saña de los atacantes, que actuaron a plena luz del día y ante la mirada de varias personas, publicó el sitio 03442.
Seis vainas de calibre 9 milímetros fueron secuestradas por la Policía de Entre Ríos que se hallaban tiradas en la calzada, cerca de donde estaba el auto detenido, lo que demuestra que los sicarios quisieron asegurar su objetivo de dar muerte a Bourguelo.
Si bien faltan conocer los resultados de la autopsia, el cuerpo del hombre asesinado presenta al menos dos impactos de bala detrás de la oreja izquierda y otro en un brazo, pero se presume que hay otros proyectiles en su cuerpo.
Respecto al ataque, se podía observar que estaba perforado el vidrio de la puerta trasera izquierda y que había un impacto en el parante del mismo lado, confirmando de esa manera que la balacera fue sorpresiva.
La investigación está en manos del fiscal Juan Pablo Gile, que estuvo presente junto al coordinador de fiscales, doctor Fernando Lombardi, ordenando las diligencias de rigor y observando el minucioso trabajo del personal de Criminalística.
El jefe de la Departamental Uruguay, comisario mayor Sergio Olivera, dijo que no se va a descartar ninguna hipótesis y que se está procurando sumar testigos, ya que el hecho ocurrió a una hora de mucho movimiento.
La familia de Burguello no se explica lo ocurrido
En la mañana del miércoles en pasillos de tribunales familiares de Pablo “Toti” Burguello, asesinado el pasado martes en la colectora González entre calles 32 y 33 del Oeste sur, esperaban que el fiscal Juan Pablo Gile les realizara algunas preguntas, según informó el diario La Calle de Concepción del Uruguay.
Visiblemente conmocionado por lo acontecido, el hermano de la víctima, José Burguello, relató:
-Ese día yo no estaba con mi hermano, siempre estamos juntos en la cooperativa “Trabajadores Unidos”. Yo tuve que ocuparme de mi nietito, por lo que él estaba con algunos de sus hijos y otros muchachos, trabajando como lo hacemos siempre. Tenemos dos cooperativas y mantenemos en condiciones el césped donde no pueden entrar los tractores. Nos suele tocar desde la parte del FAPU hasta más afuera del rulo.
-¿Cómo se enteró de lo ocurrido?
– A mí me avisaron. Él estaba recostado dentro del auto porque se le había subido el azúcar. Los dos somos insulino-dependientes. Un muchacho le había ido a buscar la insulina porque no se puede tener fuera de la heladera. En ese momento ocurrió. Cerca estaban trabajando dos operarios y más lejos otros dos arreglaban una de las máquinas a las que se le había roto el cabezal.
– ¿A qué atribuye este homicidio?
– No tengo ninguna idea de por qué. Nosotros no tenemos enemigos, principalmente mi hermano. Mi hermano era un señor, se lo puedo asegurar. No sé qué está pasando acá en Uruguay. Tenemos que seguir trabajando, no sabemos qué seguridad podemos tener. ¿Cómo sabemos si no van a venir y matarnos a otro?
– ¿Qué le contaron del hecho?
— La moto le apareció desde atrás y tiraron muchos tiros. Creo que el que tiró ni siquiera se bajó. Un vecino me dijo que escuchó muchos estruendos y que cuando salió la moto ya se iba yendo. Era de baja cilindrada, gris con algo de amarillo.
– ¿El deceso de su hermano se produjo en ese momento o en el hospital?
– Murió apenas llegó al hospital. Le dieron dos tiros en el cuello. Imagínese lo que tuvieron que pasar sus hijos que estaban con él.
-¿Ya les entregaron el cuerpo?
– Esperamos que llegue el cuerpo de Oro Verde y lo nos entreguen para velarlo una hora o dos horas que es lo que nos dijeron que nos van a dar. Tengo dos sobrinos en el penal que quieren despedirse de su padre. Uno está a punto de obtener su libertad.
– ¿A ustedes los citó la fiscalía?
– A nosotros nos citó el doctor Gile. No sé qué querrá saber porque ya dijimos todo lo que sabíamos. Lo mismo que le estoy diciendo a usted. No tenemos explicación para lo que ocurrió, finaliza la entrevista realizada por La Calle.