Los gobernadores buscaron que Nación pague costo político de restricciones

Provincias pedían que el Gobierno tomara una decisión centralizada, que finalmente aplicó solo al AMBA. Piden auxilio fiscal para los sectores afectados

 

 

Los gobernadores omitieron ayer el pedido de Nación de tomar decisiones restrictivas en sus distritos para evitar el costo político, al tiempo que argumentaban que el eje debía estar en el AMBA. El objetivo se cumplió a medias, ya que el presidente anunció a la noche las prohibiciones para AMBA de 20 a 6, pero volvió a poner la pelota en el campo de las provincias, al pedir a los mandatarios que lo acompañen en la medida.

Ayer, los gobernadores evitaban endurecer restricciones y sólo en casos excepcionales como Catamarca o La Rioja analizaban esa vía. En un sondeo realizado en todo el país, los gobiernos provinciales creían que el foco de una nueva cuarentena estricta debía estar en CABA y la provincia de Buenos Aires, además de buscar que el cierre, acaso antipático, recayera en las espaldas la Casa Rosada con una decisión centralizada, de la mano de auxilios fiscales para sostener a los sectores afectados.

Ayer por la mañana la ministra de Salud Carla Vizzotti alertó sobre el peligroso rumbo que tomó la pandemia, y lanzó la señal a los gobernadores. La funcionaria mostró la preocupación del Gobierno y aclaró que todos los mandatarios contaban con la posibilidad de aumentar las medidas de cuidado: “Los gobernadores pueden fortalecer las medidas si aumentan los casos o si circula una cepa peligrosa”. Desde Nación se aclaró que tenían el DNU de la semana pasada como herramienta y apoyo político. Alberto Fernández lo reiteró en su mensaje nocturno.

Sin embargo, en las provincias no corrieron a atender el llamado. Un relevamiento realizado en distritos de todo el arco político reflejaba que no pensaban endurecer medidas respecto a las ya anunciadas, en un abanico que incluye a provincias que días atrás acataron el decreto de Alberto Fernández casi al pie de la letra, y otras que siguen en tonos más flexibles, como Jujuy, Córdoba, Río Negro, Salta o Neuquén, entre otras.

Los diez gobernadores que integran el bloque del Norte Grande tuvieron un encuentro vía zoom, en donde hubo respaldo al presidente Alberto Fernández en caso de aplicar “mecanismos de restricciones que impliquen una política de shock por la situación de colapso sanitario en muchas de las jurisdicciones”, como indicó el chaqueño Jorge Capitanich, vocero de esa liga. “Estas restricciones deben estar acompañadas con medidas de carácter fiscal, monetaria, económica y social para que se garantice un modelo de atención de las consecuencias de los efectos de estas decisiones”, señaló el mandatario en diálogo con Chaco TV. El respaldo, que no se profundizaba ayer en medidas adicionales, también pone de sobreaviso un aspecto no menor: las consecuencias económicas del cierre de actividades, en momentos en que no siguen vigentes programas nacionales como el IFE para familias en emergencia o el ATP que contribuía con un 50% de los salarios a las empresas afectadas por la pandemia. Tampoco hubo precisiones sobre el margen fiscal para volver a implementarlos. Sobre ese eje, el Norte Grande preparaba un comunicado en esa línea que terminaba de depurarse al cierre de esta edición.

Capitanich también pidió “coordinar acciones pero preservar la potestades provinciales para la toma de decisiones”. Sobre este punto, los distritos consultados insisten en que las decisiones (y el costo político) lo asuma la Nación. El más explícito fue el mendocino Rodolfo Suarez. “Tiene que haber una conducción nacional, porque no puede cada jurisdicción hacer lo que le parezca”, dijo el mandatario radical. Y agregó: “Cuando en Mendoza tomamos medidas, las tomamos para todos los departamentos. El Gobierno nacional debería hacer lo mismo y convocar a una reunión con los gobernadores. Que la decisión ahora sea de las provincias es un error en este momento; la decisión tiene que ser en todo el país”. El tono crítico del mendocino salió en altavoz por tratarse de un distrito opositor, aunque en otras provincias cercanas al gobierno consultadas por este medio tampoco pensaban en nuevas restricciones y aguardaban un pedido formal de la Casa Rosada. Suarez también se refirió al agotamiento del stock de vacunas y reiteró que está negociando la compra directa, buscando alianzas incluso con Chile, en el marco de gestiones cruzadas por varios gobernadores (ver aparte).

“El problema hoy está en CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe”, dijeron desde las cercanías de un gobernador, donde resaltaban que la situación epidemiológica aún estaba lejos de ser crítica. Y también se recostaban en la responsabilidad individual, respecto a los cuidados y respeto de protocolos.

El fueguino Gustavo Melella lo mencionó en declaraciones a los medios: “Nosotros no tenemos planteado más restricciones, pero insistimos en las medidas que tenemos que cumplir”. “Por otro lado se viene avanzando en el proceso de vacunación. Tierra del Fuego es una de las provincias más adelantadas en este sentido”, precisó el mandatario.

Entre los distritos que sí dieron señales de endurecer medidas aparecen Catamarca, La Rioja o Santa Fe. El gobierno catamarqueño de Raúl Jalil señaló que analizaban ir a la “Etapa Roja”, como llaman en el distrito a la Fase 1. El riojano Ricardo Quintela admitió un inminente colapso del sistema sanitario y la posibilidad de sumar restricciones. En Santa Fe, en tanto, la ministra de Salud, Sonia Martorano, manifestó que el gobierno de Omar Perotti estaría de acuerdo con un cierre de actividades, focalizado e intensivo pero “con principio y fin”.

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