El ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, y sus pares de las provincias buscarán consensuar un esquema de vacunación contra el coronavirus para el sector docente que a priori hará foco, para una primera etapa, en los maestros con mayor contacto físico con los alumnos: los de educación especial, los del nivel inicial y los de los primeros tres grados de la primaria
Será de la mano de una reunión que mantendrán en el corto plazo pero sin fecha aún confirmada, y de la que brotará una propuesta formal para ser elevada al titular de la cartera de Salud nacional, Ginés González García.
Tanto desde el Gobierno nacional como desde las provincias los esfuerzos están puestos en maximizar las posibilidades de un dictado presencial de clases, que necesariamente estará combinado con la continuidad de la enseñanza remota. Si bien Trotta insiste en remarcar que la vacuna “no es condición indispensable” para garantizar la presencialidad, desde filas gremiales crece el planteo de que no están dadas las condiciones epidemiológicas para volver a las aulas y apuestan al avance del proceso de vacunación como la llave para reabrir las escuelas.
Con ese telón de fondo, Trotta ratificó ayer que en febrero comenzará la vacunación de 1.300.000 docentes, y afirmó que en los próximos días se definirá cómo se incluirá en este plan al personal no docente.
Con respecto a la estrategia para vacunar a los maestros, precisó que en las próximas horas se definirá el orden de cómo serán inmunizados pero que se comenzará por los que tienen un “vínculo más físico” con sus alumnos.