El protocolo actual vence el jueves 8. Contempla reuniones presenciales y Cambiemos las pidió para el presupuesto y el impuesto a la riqueza. El Senado se prepara para la disputa
El jueves 8 de octubre vence el protocolo de sesiones remotas de la Cámara de Diputados, renovado después de un accidentado intento del oficialismo por continuarlo sin el aval de Cambiemos, que finalmente logró incorporar la opción de sesiones presenciales cuando las reclame.
Ya lo hizo la semana pasada: por carta, le hicieron saber a Sergio Massa que ley del impuesto a la riqueza y el presupuesto lo quieren debatir cara a cara, dónde y cómo él prefiera.
Deberán volver a pedirlo en 10 días porque en la agenda de la próxima semana sólo está prevista una sesión para tratar temas consensuados, como la ley de fonoaudiología o la que prohíbe asistencia financiera a empresas con sedes en los paraísos fiscales.
No llegaron a debatirse el último jueves porque el incidente de Juan Ameri, el diputado del Frente de Todos que fue filmado en plena sesión mientras le besaba los senos a su novia, obligó a Massa y a Máximo Kirchner a negociar su renuncia y lograr que Cambiemos la aceptara.
El compromiso, a cumplir en la próxima sesión, es que la comisión creada para evaluar la conducta del salteño se expida y cierre el asunto. También habría un pronunciamiento de la Comisión de Mujeres y Diversidad, presidida por Mónica Macha.
Pero dos días antes de la conflictiva sesión, el martes, justo cuando el ministro de Hacienda Martín Guzmán expuso el proyecto de presupuesto, los jefes de Cambiemos anunciaron que ese proyecto y el gravamen a los ricos, dictaminado el viernes, sólo aceptaban debatirlos en forma presencial. Massa no respondió.
La idea original de algunos jefes de los bloques chicos, como Eduardo “Bali” Bucca, era sesionar en un predio al aire libre para evitar contagios. Cambiemos propuso el Movistar Arena, en Villa Crespo. Pero en el oficialismo no entusiasma la idea de salir del palacio y exhibir una derrota e insisten en ubicar a quienes quieran ir en el recinto con la necesaria distancia social.
El resto debería dejar sus bancas vacías pero, según el protocolo vigente, debería ser un grupo de riesgo o explicar por escrito otros motivos. Esas condiciones son las que vencen el 8/10 y el oficialismo podría negociar reescribirlas.
Este lunes, fuentes del Congreso aseguraban que la sesión presencial llegaría en tres semanas en condiciones que aún deben acordarse. Para noviembre, sería el turno de los otros dos proyectos que Cambiemos quiere debatir cara a cara: la reforma judicial, que aún no transitó por comisiones; y el cambio del índice de movilidad jubilatoria, que debería llegar en estos días a la Cámara baja.
La pelea del Senado
En la Cámara alta la pelea por la continuidad de las votaciones online tiene un capítulo esta semana, en un día a definir. Se esperaba una sesión para el jueves, porque habrán transcurrido los 7 días necesarios post dictamen para aprobar la ley que regula el traspaso de la policía federal a la cuidad, con una quita coparticipación a la ciudad de Buenos Aires.
También estaría lista para devolver al Senado la ley de economía del conocimiento, reclamada por Cambiemos, que de todos modos no tiene previsto aceptar la sesión y hasta hay quienes amenazan con irrumpir en el recinto, aunque la pantalla que atraviesa la mitad del hemiciclo no les garantiza una butaca.
Desde la semana pasada, está en la Ciudad Luis Naidenoff, jefe de los cambiemistas, preparado para negociar un protocolo nuevo que al menos permita unos senadores más en el recinto. Esto, choca con sus pares del Frente de Todos que no quieren abandonar sus provincias.
En Cambiemos tampoco está claro cuántos quieren venir, sobre todo después de conocerse algunos casos de Covid 19, como el de la radical Silvia Elías de Pérez.
Este lunes el interbloque se iba a reunir pero prefirió esperar una convocatoria a sesión de Cristina, que por ahora no llega. Sería el viernes, si finalmente la convoca, un día peculiar para que se reúna el Senado, incluso de modo virtual.
En rebeldía, Cambiemos desconoce las votaciones en comisiones con el protocolo vigente, renovado por decreto de Cristina. No participa de las audiencias con candidatos a jueces de esta semana, encabezadas por la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.
Para el miércoles 7 está previsto el informe de gestión de Santiago Cafiero en el Senado, con preguntas que ya le acercaron desde todos los bloques. Como si nadie imaginara que la sangre llegue el río.