Las provincias esperan que canje nacional mejore las condiciones propias

El ministro Guzmán reiteró necesidad de que procesos subnacionales por u$s 13 mil millones se ajusten a lineamientos establecidos por el Gobierno

 

 

El anuncio de la reestructuración del 99% de la deuda nacional bajo moneda extranjera marca un punto de referencia definitivo para las negociaciones -muchas de ellas ya en marcha- de 28 bonos provinciales, por un total de 13 mil millones de dólares.

“Es muy importante que todas las provincias endeudadas en dólares continúen sus renegociaciones respetando los lineamientos de sostenibilidad establecidos por el Gobierno nacional”, puntualizó esta tarde el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante el acto en la Casa del Bicentenario junto al presidente Alberto Fernández y un elenco de gobernadores casi completo, algunos de manera presencial y otros en versión remota.

La recomendación de Guzmán refrenda el mandato original que la Casa Rosada planteó meses atrás a los mandatarios con urgencia de refinanciación. Entre ellos se encuentra el bonaerense Axel Kicillof que transita casi en simultáneo con Nación un proceso de reperfilamiento -clave para el resto de los distritos- por unos 7.148 millones de dólares, el mayor volumen de los compromisos subnacionales. Y tiene su deadline el próximo viernes 11, día en que vence el plazo para la aceptación de la propuesta diseñada por el ministro Pablo López.

No es, sin embargo, la única provincia que tiene ese día un registro clave. El gobierno de Mendoza del radical Rodolfo Suarez espera renegociar dos títulos por 590 millones de dólares. Hasta el momento la propuesta logró el 66,25% de adhesión y esperan alcanzar antes del viernes 11 el 75%necesario para dar por concluido el acuerdo con los bonistas.

El cierre del canje nacional se traduce en un estímulo para las gestiones provinciales, ya que permite imaginar entendimientos con mejores plazos y tasas a los que se hubieran logrado en un contexto signado por el fracaso o la dilación de las negociaciones por la deuda soberana.

A principios de agosto, el anticipo de un principio de acuerdo con los acreedores de deuda nacional sembró expectativa para los procesos de muchos distritos que hasta entonces no habían iniciado las gestiones por sus compromisos en moneda extranjera.

Con el éxito obtenido por Guzmán arriba de la mesa, el gobierno de Neuquén (900 millones de dólares) y el de Entre Ríos (500 millones de dólares) se sumó a las conversaciones con sus acreedores. Un camino que también y con aval de sus legislaturas siguió Córdoba, por bonos por 1.700 millones de dólares y Río Negro, por 300 millones de dólares.

El avance de las provincias hacia el reperfilamiento de sus pasivos responde a los desajustes financieros por el derrumbe de las recaudaciones propias y de la coparticipación por el parate económico que impuso la pandemia del coronavirus.

Así, además de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Entre Ríos, los gobernadores de otros seis distritos avanzaron hacia la reestructuración de sus deudas: Chaco (250 millones de dólares), Salta (388 millones de dólares), La Rioja (200 millones de dólares), Tierra del Fuego (200 millones de dólares), Chubut (700 millones de dólares) y Jujuy (210 millones de dólares).

Un informe reciente de la consultora Elypsis precisa que el stock de deudas de las provincias a fines de 2019 equivalía apenas al 8% de la deuda pública nacional (28.098 millones de dólares) pero al estar nominado en más de un 90% en dólares, las devaluaciones desde 2018 llevaron a la deuda total del 31% al 52% de los ingresos provinciales entre 2015 y 2019, y a la carga de intereses del 1,5% a 5,1% del gasto primario en el mismo período.

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