Movilidad social: los gobernadores instan a no relajar cuarentena

En capitales creció el movimiento social, ante presión por la parálisis económica, la flexibilización en algunos sectores y la puerta abierta a evaluar más permisos. En Chaco, Jorge Capitanich acordó con empresas de telefonía celular la recepción de datos para hacer monitoreo diario de ubicación de la ciudadanía y ajustar controles

 

 

Las postales de relajamiento de la cuarentena social que brotan en los últimos días desde distintas capitales provinciales y otras ciudades importantes generan preocupación en un creciente número de gobernadores, que desde la trinchera del combate al coronavirus salieron a reclamar un mayor cumplimiento de las restricciones, más allá de las variantes de flexibilización para el sector productivo que se evalúan en algunos distritos.

Calles con mayor movimiento de vehículos y veredas donde se multiplican extensas colas de vecinos para acceder a comercios, bancos y empresas de servicios públicos son algunas de las imágenes que se habían vuelto inusuales desde el inicio el pasado 20 de marzo de la cuarentena decretada por Alberto Fernández, y que el próximo viernes cumplirá cuatro semanas.

Sin embargo, la olla a presión por la parálisis económica que comenzó a rebalsar, la habilitación de tareas para algunos sectores productivos y la confirmación el pasado viernes por parte del Presidente de que los mandatarios podrán elevar propuestas formales de flexibilización por sectores o localidades comenzó a derivar en un riesgoso incremento del movimiento social, con el consecuente aumento de los riesgos sanitarios.

“El aislamiento está dando resultados mejores que los proyectados, pero todavía falta; no podemos relajarnos porque en el mundo no hay otro antídoto mejor contra este virus que, por ahora, no tiene cura”, señaló en las últimas horas el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, desde una de las provincias más golpeadas por la pandemia, con 153 casos confirmados y 9 fallecidos. Desde el lunes, rige en tierra chaqueña una doble restricción adicional: una alarma sanitaria desde las 21 y un diagrama de circulación de vehículos y motos en función de la terminación de la patente.

Al anunciar esas medidas, Capitanich citó un ranking de movilidad ciudadana que -dijo- fue elaborado por la Jefatura de Gabinete nacional y presentado durante una teleconferencia de los gobernadores con Fernández. Allí se releva el porcentaje de personas que se movilizan por provincia, en función del monitoreo de la geolocalización de celulares en todo el país.

Ese listado -de principios de abril- muestra a la cabeza del incumplimiento del aislamiento a Tucumán, con el 64% de la población en movimiento, seguida por La Pampa (62%) y por San Juan (59%).Chaco aparece en el cuarto escalón (57%), mientras que los distritos con menor movilidad son CABA (29%), Tierra del Fuego (38%), Santa Cruz (40%), Neuquén (41%) y Buenos Aires (42%).

En la noche de este martes, Capitanich fue más allá: ratificó que Chaco sigue por encima del promedio de movilidad a nivel país y confirmó que se comunicó con “los máximos responsables” de las empresas de telefonía celular de Argentina para implementar estrategias de seguimiento fino del movimiento local.

En esa línea, dijo que le enviarán datos para identificar -por geolocalización de los celulares- la movilidad en forma diaria de los chaqueños, con la mirada puesta en ajustar los controles y “la persuasión”. Además reveló que trabajarán en la aplicación de alarmas sanitarias en los celulares para blindar las restricciones, en encuestas diarias para casos sintomáticos y en una aplicación para el seguimiento estricto de personas que integran los grupos de riesgo.

Por su parte, desde tierra tucumana, el mandatario justicialista Juan Manzur hizo hincapié en las últimas horas en las dificultades y riesgos adicionales que enfrenta su distrito, cabeza de aquel ranking nacional de movilidad. “Tucumán tiene algunas características especiales que hacen que no podamos flexibilizar las cuarentena: es la provincia más pequeña y la más densamente poblada”, advirtió.

Por su parte, desde el extremo sur, el mandatario fueguino, Gustavo Melella, no ocultó su enojo tras las imágenes que se viralizaron sobre el intenso movimiento que mostró Río Grande durante Semana Santa. “Fue vergonzoso, una joda, aun con los controles policiales”, cuestionó, y advirtió sin medias tintas: “Somos de carne y hueso, y vamos a terminar en una bolsa negra igual que en el resto (de los países) si no nos preocupamos”.

El pedido de no abandonar el cumplimiento de la cuarentena brota incluso desde distritos que no cuentan aún con casos confirmados de Covid-19. “Nosotros tenemos que cumplir; no podemos hacer lo que se vio el día del ayer (por el lunes) porque todos fuimos testigos de lo que pasó; llamo a la reflexión de cada uno de nosotros, no vale la pena poner en riesgo todo lo que hemos conseguido hasta el momento”, arengó el ministro de Gobierno del formoseño Gildo Insfrán, Jorge González. El lunes, la Policía controló el movimiento de 13.860 personas en la vía pública, de las cuales 344 fueron judicializadas por incumplir las restricciones de circulación.

Related posts