El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sufre torturas y una auténtica intimidación, aseguró la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova
“Se puede hablar de torturas, de una auténtica intimidación, de una situación en la que se lleva a una persona concreta [Assange] al límite”, dijo Zajárova en una rueda de prensa celebrada en formato de videoconferencia a causa del coronavirus.
La diplomática afirmó que se trata de un “crimen transmitido en vivo” que puede resultar en una muerte. “En la sesión del Consejo Permanente Rusia señaló que es inaceptable privar al periodista de la oportunidad de recibir atención médica adecuada, lo que simplemente le puede costar la vida, y comunicar libremente con sus abogados”, indicó Zajárova.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos reclama a Assange por un supuesto delito de “conspiración para cometer intrusión informática” y diecisiete cargos por acceder, obtener y divulgar documentos secretos, militares y diplomáticos, entre 2010 y 2011.
Las imputaciones están relacionadas con los papeles de las guerras de Irak y Afganistán, los presos de Guantánamo y los cables diplomáticos difundidos por WikiLeaks en cooperación con medios establecidos internacionales, desde el británico The Guardian al español El País, el alemán Der Spiegel o The New York Times.
Es la primera vez que la ley de espionaje, que data de 1917, se emplea contra un editor o un medio de comunicación.
Los cargos imputados contra Assange se penalizan en su conjunto con 175 años en prisión.