Los agricultores franceses marcharon en sus tractores, además, contra las reformas que el gobierno de ese país pretende imponer al sector, y los ataques que sufren de parte del movimiento ecologista, vegano y antiespecista más radical
Los tractores y los agricultores franceses coparon París -y también a otras ciudades como Lyon y Toulouse- en una masiva protesta contra los acuerdos impulsados por Emmanuel Macron, el del Mercosur entre ellos, las reformas que el gobierno de ese país pretende imponer al sector, y los ataques que sufren de parte del movimiento ecologista, vegano y antiespecista más radical.
El sector organizó una “operación caracol” y protestas en la capital y en otras ciudades francesas en respuesta al llamamiento de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y Jóvenes Agricultores (JA).
El colectivo quería denunciar el “agribashing”, o estigmatización y denigración de los agricultores, y conseguir una entrevista con el presidente francés para presionar en las negociaciones anuales con el sector de la distribución.
Antes llegaron en camionetas y cubrieron la avenida Foch con paja, ante la sorpresa de los turistas.
Aunque querían una reunión directa con el jefe del Estado, fueron recibidos en su lugar por representantes del Ministerio de Agricultura.
“Los servicios estatales deben centrarse en apoyar la agricultura en lugar de aplicar distorsiones que provocan mayores cargas y que hunden nuestra competitividad, nuestros ingresos y nuestras filiales”, dijo en el anuncio de esta nueva convocatoria el secretario general de FNSEA, Jérôme Despey.
“Deben terminar con estas normas ridículas que nos aplican, anular el acuerdo con el Mercosur, que va a destruir nuestro modelo agrícola y ayudarnos en la transición ecológica. Hay un suicidio cada dos días entre los agricultores. Es un grito de alerta y de desesperación. Escúchenlo”, advirtió.
El colectivo denuncia que el acuerdo de libre comercio de Canadá y la UE (CETA) y el negociado con los países del Mercosur son “intolerables”, y pidió acciones concretas para solventar una situación en la que sus costes “van al alza” y sus precios “siguen siendo insuficientes”.