La Municipalidad avanza para implementar un programa similar al que se lleva adelante en Santa Fe. Un diputado trabaja en un proyecto de ley para replicar la experiencia en toda la provincia
La habilitación de un espacio para la reeducación emocional de los hombres que ejercen violencia de género está en proceso de desarrollo en la Municipalidad de Paraná. Se trata de una iniciativa en la que se viene trabajando hace meses desde la Subsecretaría de la Mujer, tomando como modelo una experiencia similar que viene dando buenos resultados en la ciudad de Santa Fe.
Este tipo de propuestas de contención sustancialmente diferentes a las que se implementan desde el Estado, siempre enfocadas en la asistencia de las mujeres víctimas y sus hijos, son criticada por algunas organizaciones feministas que no ven bien que se destinen recursos a los hombres violentos, cuando aún no hay suficientes recursos, ni programas ni herramientas para las mujeres que padecen esa violencia.
No obstante, se aplican también en Rosario y en Córdoba, y la subsecretaria de la Mujer de la Municipalidad de Paraná, Graciela Mántaras, está decidida a avanzar. Además, cuenta con el apoyo de la presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, Fabiana Tuñez, una de las fundadoras de la ONG Casa del Encuentro.
“Tenemos la intención de empezar lo antes posible porque entendemos que todo lo que se pueda hacer suma y sirve. La reeducación emocional del hombre violento es una pata que está faltando”, comentó el funcionaria.
Los hombres que formen parte de estos espacios “deberán tener una personalidad permeable al tratamiento psicológico y al trabajo grupal”, aclaró Mántaras. “Hay psicópatas, asesinos, femicidas, con los que no se va a trabajar, pero muchos hombres reconocen que se salen de las casillas, que hacen las cosas mal y quieren ayuda”, diferenció.
En Santa Fe
La experiencia que en la Municipalidad de Santa Fe llevó adelante la funcionaria Marta Fassino, referente en políticas de género, hasta su jubilación y que hoy continúa en ámbito del área Mujer y Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Acción Social, es la que pretende replicar el gobierno paranaense.
Se trata de una serie de talleres semanales que se iniciaron a principios de 2014, con la coordinación de profesionales varones capacitados por el psicólogo Hugo Huberman, referente de la campaña Lazo Blanco, que promueve en Argentina y Uruguay el lema “Varones comprometidos con el fin de la violencia de género”.
En Santa Fe en un principio, los talleres estuvieron destinados a varones que asistían de manera voluntaria, generalmente derivados por profesionales de centros de salud, fiscalías y otros organismos que intervenían en los distintos casos. La participación era baja e irregular y aumentó tras la firma de un acuerdo con el Poder Judicial en virtud del cual los jueces que intervienen en los casos de violencia tienen la potestad de obligar a los hombres a asistir.
El trabajo funciona en base a dos ejes: la reeducación emocional, que parte de la idea de que los hombres fueron educados para inhibir el registro de sus emociones, lo que produce un alto nivel de irritabilidad porque no logran identificar lo que les pasa y así explota la ira y la violencia, y la responsabilidad social, ya que se considera que un hombre que ejerce violencia se reeduca cuando se hace responsable de sus actos y no delega la responsabilidad en la actitud de una mujer.
En Paraná
Mántaras y su equipo de trabajo vienen reuniéndose con los profesionales que llevan adelante el programa en Santa Fe y van conociendo en profundidad la experiencia. A la vez, planificación la organización conjunta de una instancia de capacitación con Huberman y su equipo, que podría concretarse en marzo.
“En Santa Fe ya abordaron unos 150 casos y nos cuentan que en un 80% los resultados son buenos. Miden los casos después de un año de trabajo sostenido con cada hombre y lo registran si en ese lapso no se repitió ningún episodio de violencia. Ahí recién consideran que el varón modificó el manejo de sus emociones y le dan una suerte de cierre a ese espacio en el que no se habla de tratamiento ni de un alta terapéutica, sino de reeducación”, explicó Mántaras.
Presupuesto
En el presupuesto para el año que viene de la Municipalidad de Paraná están previstos los fondos para capacitar a los profesionales que integrarán esta iniciativa. A la vez, Mántaras se reunió con Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, organismo dependiente de la Jefatura de Gabinete de la Nación, quien en su última visita a Paraná también abrió una puerta para la obtención de recursos para este proyecto.
Tuñez estuvo en octubre en la Casa de Gobierno para la firma de un acta acuerdo tendiente al fortalecimiento de las áreas destinadas a las mujeres en los gobiernos locales. Allí, las funcionarias de las distintas municipalidades expusieron su trabajo. Mántaras acordó seguir avanzando en la elaboración del proyecto de reeducación de hombres violentos para presentarlo ante el Consejo Nacional de la Mujer y así gestionar más fondos. “Está previsto que Tuñez vuelva a Paraná en diciembre. Si eso no sucede, iremos nosotros a Buenos Aires”, anticipó la funcionaria.
Prejuicio de intratabilidad
El psicólogo Pablo Liendo insiste desde hace años con la necesidad de implementar desde el Estado tratamientos para los hombres violentos. Su proyecto concitó el interés del gobierno provincial en la gestión de Sergio Urribarri y llegó a presentarlo ante la entonces secretaria General de la Gobernación, Sigrid Kunath, y el ex ministro de Salud, Hugo Cettour, entre otras autoridades, pero la iniciativa no prosperó. Liendo, que trabaja en el Copnaf y es docente en la cátedra de Técnicas de Evaluación de la Personalidad de la Universidad Católica Argentina (UCA), asegura que hay “un prejuicio de intratabilidad” contra los varones violentos y contrapone: “Hay que detectar a los que son recuperables y obligarlos a tratarse. No sirve algo optativo. La idea es que el hombre no golpee ni agreda más. Hay que eliminar la violencia, no eliminar a ese hombre de su hogar, su familia y su vida”.
Sostiene el profesional que los hombres violentos no son todos iguales, sino que presentan distintos tipos de personalidad en las que lo común es la violencia. “Por eso, lo principal es comenzar con un diagnóstico y luego sí un tratamiento acorde. No hay dos clases de hombres, que son los que pegan o los que no. Pensar que los violentos son todos iguales es un error”, sostiene.
Conductas
“Los psicoanalistas dirán que si no hay demanda de tratamiento, el tratamiento es imposible, pero no está comprobado científicamente que así sea, con lo cual hay que darles a los hombres la chance de recuperarse, luego de exponerles todos los daños que su conducta ocasiona. He tratado a hombres violentos y muchas veces ese darse cuenta del daño causado a la gente querida con su conducta bastó para que se registrara un cambio de actitud”, agregó Liendo quien se anima a asegurar que “la mitad de los golpeadores, con un tratamiento breve, dejarían de pegarle a la mujer”.
El psicólogo opina que se no se avanza en este sentido, nunca serán suficientes los refugios ni los recursos destinados a asistir a las mujeres. “Con la exclusión se saca al hombre de la familia, pero luego forma otra pareja y ahí también ejerce violencia. O sea que un hombre que es violento con una mujer, puede terminar siéndolo con dos o tres. Se lo excluye de una familia y termina metido en otra, sin ningún tratamiento”, hizo notar.
Liendo indica que en todos los casos de hombres violentos, hay un historial previo de violencia. O sea que los chicos que hoy están siendo criados por un padre violento, que les pega a ellos o a la madre son, a la vez, potenciales hombres violentos. “A los chicos les arruina la psiquis ver que su padre le pega a su madre. En términos psíquicos, es más grave para ellos que ser golpeados. En ambos casos son víctimas”, señaló.
Finalmente, el profesional hizo notar que “al excluirlo y abandonarlo a su suerte, al hombre violento se lo convierte, además, en un hombre sin derechos, y todos tenemos derecho a la salud. El hombre violento es un enfermo que, a la vez, enferma a un montón de gente”, concluyó.
Un programa provincial por ley
El diputado provincial Sergio Kneeteman (Cambiemos) trabaja en la elaboración de un proyecto de ley tendiente a replicar en Entre Ríos un programa como el que se implementa en la ciudad de Santa Fe. “Pensamos en un programa provincial de rehabilitación como los que hay para drogadependientes, pero para hombres violentos”, anticipó.
“Estamos trabajando y la idea es presentarlo cuanto antes. Pensamos en grupos de 20 hombres conformados por quienes acudan por propia voluntad, más lo que sean enviados por la justicia, que trabajen en un formato de talleres coordinados también por hombres, para mejorar su conducta”, sintetizó. Kneeteman recordó que en los últimos días presentó un proyecto de ley para que la provincia adhiera a las acciones de concientización sobre la violencia en las escuelas establecidas en una norma vigente a nivel nacional y un proyecto de resolución que apunta a que se difunda lo que establecen dos artículos de la ley de violencia integral contra las mujeres, a la que Entre Ríos está adherida. Puntualmente, pretende Kneeteman que se dé a conocer que es obligatorio para los agentes públicos y privados de la salud y la educación denunciar un hecho de violencia de género si toman conocimiento, con identidad reservada. “Una maestra que se entera por un alumno suyo que el padre le pega a la madre, puede denunciar en forma anónima. Nadie sabe que estas herramientas están a disposición”, opinó Kneeteman. Por último, el legislador insistió con la necesidad de que se apruebe la emergencia en violencia de género. “Es necesario que el gobernador Gustavo Bordet entienda que tiene que poner en línea todas las acciones que hoy son compartimentos estancos sin presupuesto. Lo poco que hay, está descoordinado y sin recursos”, cuestionó.
¿Fondos para los varones?
Distintos grupos feministas han sido críticos a lo largo de los años de las iniciativas que pretenden asistir de alguna manera a los hombres violentos. Lo que más se cuestiona es que, cuando aún no están consolidadas las políticas de asistencia a las mujeres y siempre falta presupuesto, se destinen fondos a tratar a los varones.
EL DIARIO consultó a María Elena Ale, dirigente feminista, activista de la organización Socorristas en red, quien describió al proyecto de reeducación de hombres violentos como “un elemento más de los que tiene que brindar el Estado, en un avance integral en muchos frentes”.
“No sirven las políticas aisladas. Queremos una política pública, no programas sueltos sin correlatividad ni acciones pensadas en forma integral, ya que proyectos como este, si terminan sin presupuesto, con un sistema judicial que no entiende de qué se trata la violencia de género y con una falta de articulación real del Estado con el Estado mismo, pasan a ser un anuncio más de tantos que se han hecho”, reflexionó.
No obstante, Ale no se opone a programas como el que se planea implementar en Paraná y conoce bien las experiencias de Santa Fe y de otros lugares del país. “No desestimo esta clase de terapias, que obviamente no son para cualquier hombre. Pero las veo como una posibilidad más, siempre y cuando estén encuadradas en una política de Estado”.
La dirigente insistió con la necesidad de que se declare la ley de emergencia en la materia, que dotaría de presupuesto a las distintas áreas y, además, redundaría en una mayor coordinación de las distintas acciones. “En la Subsecretaría de la Mujer de la provincia hay un equipo de cinco personas y no tienen presupuesto. En la Municipalidad capaz que son diez, también con un presupuesto ínfimo. Es lógico que se sigan muriendo mujeres”, criticó.
El dato
Es la Línea de Atención, Contención e Información sobre la Violencia de Género. Allí se puede llamar si se es víctima o testigo de una situación de violencia contra las mujeres. También se puede pedir ayuda al 911 de la Policía de Entre Ríos, al 0800-888-8428 de la Dirección de Asistencia a la Víctima, al 102 Teléfono del Niño, al 4208826 de la Subsecretaría de la Mujer de la provincia y al 4344766 de la Casa de a Mujer municipal.