Frigerio recibió ayer en su despacho a Gustavo Bordet (Entre Ríos). Hoy visita a Uñac en San Juan. El Gobierno intenta desarmar apoyo en bloque a la fórmula Alberto F.-Cristina. Cumbre PJ en el Senado
La Casa Rosada salió a diseccionar la liga de gobernadores peronistas en la previa de la reunión de Alberto Fernández con los mandatarios provinciales y el bloque de senadores justicialistas que ahora comanda el cordobés Carlos Caserio. Rogelio Frigerio recibió ayer en su despacho a Gustavo Bordet (Entre Ríos) y hoy estará en San Juan con Sergio Uñac, dos exponentes del subgrupo que el Gobierno nacional define como “dialoguista”.
Frigerio trabaja como interventor de la Casa Rosada en la liga de gobernadores. Ahora junto a Miguel Pichetto recorre las provincias con la ambulancia peronista de Juntos por el Cambio para intentar desarmar el verticalismo PJ y promocionar, por ahora con discreta adhesión, la boleta corta.
Hasta ahora, sólo Córdoba, Misiones, Santiago del Estero, Neuquén, Río Negro y Chubut presentarán boleta corta, es decir, sólo con la categoría de candidatos a legisladores nacionales separada de la presidencial. A ese pelotón de neutrales en la boleta, frente al ticket Alberto Fernández-Cristina de Kirchner, se suman otros dos subgrupos. Las provincias “lavagnistas”: Salta, de Juan Manuel Urtubey, y Santa Fe, del socialista Miguel Lifschitz. Y un tercer sector que si bien presentará boleta completa -cargos legislativos pegados a la papeleta presidencial-, se mantendrán al margen de la campaña del Instituto Patria.
Sobre este último sector de la liga de gobernadores trabaja Frigerio. Son los que tienen un acuerdo político con los Fernández -boleta completa-, pero sin hacer campaña explícita en sus territorios. Bordet es un caso. Uñac es otro. En Chaco, Domingo Peppo fue excluido por el kirchnerismo y deberá competir en la PASO ante Jorge Capitanich con boleta corta. No le permitieron ir adherido a las candidaturas presidenciales. Omar Perotti, mandatario electo en Santa Fe, anunció la boleta larga, pero evita que lo asimilen con el kirchnerismo, a pesar de haber ganado con el apoyo de La Cámpora, los movimientos sociales como el Evita y del sector del ultra-K Agustín Rossi.
A Perotti, sin embargo, lo esperan hoy en el Senado, donde el cordobés Caserio, reemplazante de Pichetto en la jefatura del bloque PJ, recibirá a Alberto Fernández. El nuevo cacique de la bancada peronista ya se expresó, a título personal, a favor de los Fernández. Se diferenció así de Juan Schiaretti, el peronista más macrista de los gobernadores, huérfano tras la implosión de Alternativa Federal provocada por el acuerdo de Sergio Massa con el kirchnerismo y la asociación de Pichetto con Macri.
El cuarto grupo lo integran los gobernadores que, además de llevar boleta pegada a la presidencial, juegan a fondo con la fórmula Alberto-Cristina. Sin éxito, el tucumano Juan Manzur intentó ponerse al frente de este sector a pesar de que sus colegas no responden a su liderazgo. El gobernador norteño fracasó en su intento de cohesionar a la liga de gobernadores y padece la indiferencia del ala dialoguista que lideran Uñac y Bordet. Manzur quedó sólo con el apoyo de Gildo Insfrán (Formosa), Carlos Verna/Sergio Zilotto (La Pampa), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Sergio Casas (La Rioja), Alberto Weretilneck (Río Negro) y la saliente Rosana Bertone (Tierra del Fuego). Representan el 8,7% del padrón electoral.
Juntos por el Cambio se queda con los distrito con mayor peso de electores en el mapa. María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Horacio Rodríguez Larreta (CABA), Gerardo Morales (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes) están al frente de provincias que suman el 53,4% del padrón en términos de electores a nivel nacional.