Es el gran día para ellos, para la primer potencia mundial que desde hace un bien tiempo le pisan los talones desde Asia. Pero el 4 de Julio es el gran día para los Estados Unidos porque celebra su independencia y se prevé un discurso del presidente Donald Trump, un ¿posible spot de campaña?, y desfiles con vehículos armados, aviones militares con un sobrevuelo también del Air Force One, vuelos acrobáticos y espectáculos de fuegos artificiales en el cielo
Ante semejante despliegue, no puede quedar afuera la gran bandera estadounidense y la palabra “USA” durante los festejos del Día de la Independencia. Pero el dato a tener en cuenta es que el Jefe de Estado decidió cambiar por primera vez las celebraciones transformando el 4 de julio en una parada militar a lo largo del Centro Comercial y en un evento patriótico coronado con un discurso a la nación desde el Lincoln Memorial.
Así, Trump podrá cumplir su sueño de grandeza luego que en 2017 presenciara el histórico desfile francés del 14 de julio a lo largo de los Campos Elíseos para celebrar la captura de la Bastilla, momento en el que el estadounidense prometió y recordó “hacerlo mejor en su día”. Ese día ya está por llegar pese a las protestas de la oposición por los altos gastos que depara la organización de lo que sería la jornada más importante para el país del norte.
Para los demócratas, se trata de una fiesta tradicionalmente “sin partidos” por eso el gran temor de todo el arco político es que una jornada patria se transforme en un acto proselitista en medio de una gran campaña hacia las elecciones presidenciales. Si bien hay muchos detalles que no se conocen y que están bajo llave, se cree que el magnate desplegará un gran arsenal de tanques blindados por las calles.
Algunos consideran que el 4 de julio será “una de las más grandes reuniones de la historia”, con el doble de tiempo de fuegos artificiales y con el “Saludo de América” llevado a cabo en la icónica explanada frente al Lincoln Memorial, el lugar exacto donde todos los presidentes estadounidenses juran y donde millones de personas se reúnen para escuchar el legendario “I Have a Dream” (“Tengo un sueño”) de Martin Luther King.
Para esta ocasión, con una pequeña modificación desde que el Presidente advirtió que todos los estadounidenses escucharán “un discurso de su presidente favorito, ¡yo!”. Así como del lado republicano tienen todo casi organizado, del otro lado no se harán esperar las protestas, porque los activistas opositores, incluido el grupo Code Pink, están negociando con el Servicio de Parques para hacer volar un gran globo que represente al “bebé Trump”, mientras otro grupo de ciudadanos cantará una canción durante el discurso del presidente: “Make Americans Friends Again”.
Mientras tanto, la guerra de aranceles con China no se detiene. El Mandatario norteamericano volvió a mencionar el aumento de los aranceles a los bienes chinos por unos 200.000 millones de dólares. La guerra económica entre ambas naciones ya lleva 300 días y se han realizado diez reuniones de negociación hasta la fecha para poder llegar a un acuerdo comercial.
Trump utilizó su cuenta oficial en Twitter para ahondar de nuevo en la tensión entre China y Estados Unidos. El miércoles la Casa Blanca espera a una delegación asiática en Washington en el marco de las conversaciones sobre el tema, por lo que el mandatario estadounidense aprovechó la previa al encuentro para dar su opinión.