Los estudiantes y profesores chilenos han hecho las mismas exigencias en gobiernos de derecha e izquierda: más recursos para la educación. Marcharon este jueves en Santiago. Rechazaron las políticas del presidente, Sebastián Piñera. Quieren mejores condiciones laborales en las escuelas públicas
Desde el lunes se mantiene el paro indefinido de profesores. Miles repudiaron la “criminalización” de las políticas educativas. La actividad de calle inició en plaza Italia, en el centro de la capital. Avanzó por la avenida Alameda. Los cánticos resonaron frente al palacio presidencial de La Moneda.
“¡La educación no se vende!”, le gritaron a Piñera. Estudiantes secundarios se unieron. El gremio docente informó que la manifestación logró la concurrencia de 75 mil personas. La más multitudinaria de 2019. Sin embargo, la policía aseguró que asistieron 45.000. La protesta terminó en enfrentamientos entre estudiantes y uniformados.
Grupos de encapuchados lanzaron objetos a la policía, que dispersó a los sujetos con gas lacrimógeno y ráfagas de agua. En la televisión enfocaron a dos encapuchados que se quemaron parcialmente cuando intentaron lanzar una bomba molotov a un automóvil de la fuerza pública. La mayoría del recorrido de la marcha fue pacífica.
“Nosotros no estamos luchando por un reajuste salarial, estamos reclamando el abandono de la educación”, dijo a la prensa el presidente del gremio de profesores, Mario Aguilar. Los docentes demandan un cambio en el plan de estudios de secundaria para que las materias Historia, Educación Física y Artes sean optativas en los dos últimos años de estudio. Y exigen invertir en la infraestructura escolar.
El plan “Aula Segura“, implementado por Piñera, permite la expulsión inmediata de estudiantes que comentan delitos en los colegios. Los jóvenes están en contra de esa norma. Los chilenos también salieron a las calles en 2011 para cambiar el esquema que dejó la dictadura de Augusto Pinochet.
Michelle Bachelet, dirigente de izquierda y presidenta de Chile entre 2014-2018, reformó la educación universitaria y escolar gratuita y de calidad. Además eliminó un mecanismo de selección para el ingreso de estudiantes a colegios públicos. El gremio educativo y los estudiantes salieron en 2015 para exigirle a la mandataria, en su segundo gobierno, que frenara los cambios que había hecho en el sistema educativo.