Miles de latinos quieren entrar a territorio mexicano. Muchos, hacia la frontera en Tijuana
Unos 3.700 centroamericanos solicitaron una tarjeta de visitante por razones humanitarias al gobierno mexicano, mientras otro millar integra la nueva caravana que avanza hacia el norte en el estado sureño de Chiapas. Al menos 500 migrantes pernoctaron del sábado al domingo sobre el Puente Internacional Rodolfo Robles, sobre el Río Suchiate, en la frontera entre México y Guatemala, a la espera de la apertura de los módulos del Instituto Nacional de Migración para solicitar su ingreso legal a México.
El comisionado del organismo, Tonatiuh Guillén, señaló que de los extranjeros que han aplicado para obtener el visado 644 son niñas, niños y adolescentes. “La estrategia de atención implementada que brinda auxilio a centroamericanos que abandonaron sus hogares es muestra de la nueva política migratoria” del gobierno del presidente Andrés López Obrador, que asumió su cargo el pasado 1 de diciembre.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reconoció el esfuerzo del gobierno mexicano para “garantizar la entrada segura, ordenada y regular”, pero pidió mejorar la operación del albergue en Ciudad Hidalgo, en la frontera con Guatemala, “para prestar una recepción adecuada”.
Los alrededor de 1.000 migrantes que integran la nueva caravana llegaron el sábado a Huixtla, tras avanzar 40 kilómetros desde Tapachula, la principal ciudad de la región fronteriza sur de México. Los centroamericanos descansaron unas horas en el Parque Central o bien acudieron al río a bañarse, lavar sus ropas y distraerse un poco.
Brigadas médicas y de ayuda humanitaria atendieron a los recién llegados mientras que empleados del INM intentaban convencerlos de acogerse al programa de “regularización exprés” que les ofrece el gobierno mexicano. Algunos sin embargo, desconfían de la oferta, como Ana Molina, de El Salvador, quien dijo al diario Reforma que no cree en las autoridades mexicanas porque el año pasado solicitó su regularización y nunca la obtuvo a pesar de que esperó tres meses en Tapachula.
El pasado 12 de octubre, inició la primera de al menos cuatro caravanas que arribaron desde el 19 del mismo mes a México para iniciar un recorrido de unos 4.000 kilómetros hacia la ciudad norteña de Tijuana, frontera con Estados Unidos. Un total de unas 10.000 personas consiguieron arribar a esa urbe, que limita con San Diego, California, pero sólo la cuarta parte permanece en un campamento.
El resto de los integrantes del contingente fueron deportados, regresaron por propia voluntad, probaron suerte por zonas peligrosas para ingresar ilegalmente o saltaron la barrera fronteriza y fueron detenidos, lo que complica su anhelo de obtener refugio. El presidente Donald Trump lanzó el alarma sobre el nuevo grupo que se dirige a su país y reprochó al gobierno mexicano de “no hacer nada” para frenar su avance.
Ni el presidente Andrés López Obrador ni la cancillería reaccionaron a la nueva andanada de críticas formuladas a través de Twitter por Trump. Para Trump, la nueva caravana representa más oxígeno a su renovada exigencia al Congreso de Estados Unidos para que le entregue los fondos para la construcción del cerco que prometió en la frontera de más de 3.000 kilómetros con México, pero por ahora los parlamentarios se niegan a otorgarle los 5.700 millones de dólares que solicita.
El gobierno de Washington está paralizado por la falta de aprobación del presupuesto 2019 en virtud de esas diferencias que se acentuaron debido a que ahora la Cámara de Representantes está en manos de la oposición demócrata.
El sábado, el mandatario propuso extender tres años las protecciones para los beneficiarios de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), los llamados “dreamers”, jóvenes que llegaron de niños a Estados Unidos, para poder estudiar y trabajar legalmente, a cambio de fondos del muro fronterizo. Afirmó que es parte del esfuerzo de su administración por encontrar una solución a lo que él llama una “crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur”.