Crece el drama por el brote del hantavirus: “La medida de aislamiento es muy importante”

El infectólogo Tomás Orduna analizó el avance de la cepa de hantavirus que contagia “persona a persona” y que ya causó 11 muertes en Epuyén

 

 

 

 

La ciudad de Epuyén, en Chubut, se convirtió en el centro del brote de hantavirus, que evolucionó hasta contagiarse “persona a persona”, sin necesidad de que los infectados tomen contacto directo con las heces del ratón colilargo. En tanto, el infectólogo Tomás Orduna, advirtió sobre la importancia de la “medida de aislamiento”, que generó que los habitantes del lugar se sintiesen “discriminados”.

“El reconocimiento de las cuatro regiones en las cuales hay circulación habitual e histórica desde 1995 por lo menos, y las cuatro regiones son NOA, NEA, Patagónica y Pampeana. Como todas las enfermedades cuyo reservorio son animales silvestres, termina siendo algo con lo cual hay que tratar de convivir de la mejor manera posible, o sea, evitar la invasión o roedores en el área domiciliaria, pero no podemos eliminarlos de la naturaleza”, indicó.

Asimismo, el jefe de Medicina del Viajero del Hospital Muñiz, detalló: “Hay que limitar nuestro contacto potencial con áreas de medio ambiente abierto en los cuales puede haber deyecciones de roedores con la consecuente portación de partículas virales. Lo que hace a las zonas urbanas, uno debe combatir la presencia del roedor”.

En ese sentido, durante una entrevista otorgada esta mañana al programa radial de Gustavo Sylvestre, informó que “los roedores están desde antes de que llegáramos y probablemente nos van a sobrevivir porque tienen una capacidad brutal para eso”. “Tenemos herramientas para disminuir la cantidad de personas que potencialmente se infecten, que son unas 80-100 personas por año entre las cuatro regiones”, indicó.

“En Epuyén va disminuyendo la incidencia, aunque puede haber algún otro caso. La medida de aislamiento es muy importante. Son medidas con más de quinientos años, desde que las cuarentenas se instalaron en el mundo. No se había jerarquizado la transmisión interhumana de hantavirus. Hay un trabajo de desgranar uno por uno los genes para ver qué pudo haber cambiado o no de la cepa que ya ha circulado en años anteriores”, sostuvo.

Y agregó: “También crece la sensibilidad, porque el año pasado no nos enteramos por los medios de que hubo entre 80 y 100 muertos. Nosotros, la gente que estamos en la infectología, con conocimiento de lo que va pasando en cada lugar del país, venimos siguiendo a la situación desde el primer día. Con los primeros casos tuvimos que virar a la sospecha de la transmisión interhumana. En el seguimiento de lo que fue pasando no he sentido ningún ocultamiento”.

Al ser consultado sobre las precauciones que hay que tomar para evitar la transmisión, aseveró: “Todo lo que ha ocurrido en Epuyén está limitado a Epuyén o a personas que han ido allí. El resto de la región patagónica está en silencio, no hubo casos autóctonos. Tampoco sería una sorpresa que pudiese haber un caso autóctono por el medio ambiente, porque los colilargos están ahí y es época de reproducción. La prevención es para el acampante, que tiene más capacidad de contacto medioambiental”.

“ Lo ideal es estar en lugares habilitados para poder acampar, porque garantizan la higiene medioambiental. Hay que evitar que haya alimentos que puedan atraer a los colilargos por la noche. Hay que tener también mucha higiene de mano, evitar las polvaredas alrededor de la carpa”, concluyó.

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