Tras cancelar su anterior informe de gestión hace un mes, por la reorganización ministerial, el jefe de Gabinete defenderá el Presupuesto 2019 ante los diputados
Hace un mes atrás, apenas luego del recambio ministerial que lo salpicó de versiones cruzadas, Marcos Peña canceló su visita al Senado, donde tenía que brindar su informe mensual de gestión ante el Congreso. Con bajo perfil desde entonces, el Jefe de Gabinete reaparecerá hoy en Diputados para retomar su perdido rol de “vocero” de la administración de Cambiemos.
La cancelación fue resuelta por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, acordado con los jefes de las principales bancadas. La excusa: la “reorganización que se está llevando a cabo en el Poder Ejecutivo”. Ahora, Peña romperá el pseudo silencio (sus palabras sólo protagonizaron una gacetilla oficial en el último mes) para defender el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el proyecto del Presupuesto 2019.
En el reciente encuentro de Cambiemos en Parque Norte, el sobreviviente jefe de Gabinete (sus dos laderos no tuvieron la misma suerte) fue el principal orador. Por lo que se interpretó que, una vez más, será el delineador de la estrategia electoral para las próximas presidenciales. Ante los rumores desatados por la reconfiguración del Gabinete, se especula que Peña dedicará más tiempo a la campaña que al día a día de la gestión.
Como en cada ocasión, el funcionario ya remitió las respuestas a las preguntas por escrito de los legisladores, esta vez fueron 1282 en un documento de 902 páginas. Pero la expectativa está puesta a las réplicas en vivo y en directo que se vivirán en la sesión a partir de las 11. Justamente, la Cámara baja no sesiona desde agosto, con la última visita de Peña para brindar su informe, tal como lo dicta la Constitución.
Entre sus respuestas, Peña negó que el país esté ante un escenario de “hiperinflación” y volvió a apuntar contra los tres factores que perjudicaron la economía: “la sequía más intensa en años”, “la suba del precio mundial del petróleo” y “una fuerte volatilidad en los mercados financieros internacionales”. Por la menor cosecha, estimó “una pérdida de algo más de un punto de crecimiento real del PBI y una reducción de los ingresos por exportaciones de más de u$s 8000 millones”.
En un párrafo, admite errores propios del Gobierno: “Incluye una autocrítica, ya formulada en declaraciones públicas, especialmente sobre las vulnerabilidades ocasionadas por las velocidades diferentes para encarar los procesos de convergencia fiscal y reducción de la inflación”.
