El juez brasileño Sergio Moro, que condenó por corrupción al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que siempre actuó con la “pretensión de hacer lo que era cierto”, pero no descartó la posibilidad de haberse “equivocado” en algún momento, pues “nadie es perfecto”
“Siempre tuve la pretensión de decidir correctamente. Puede que me haya equivocado, nadie es perfecto. Siempre he actuado con la pretensión de hacer lo que era cierto, con las leyes y las pruebas”, dijo en un debate en Sao Paulo el juez responsable en primera instancia de la operación anticorrupción conocida como Lava Jato.
El juez también calificó de “profundamente injustas” las críticas que recibe por una supuesta parcialidad en sus decisiones, en especial con relación a Lula, encarcelado desde abril en una celda de la Policía Federal en Curitiba, en el sur de Brasil.
Moro, quien participó en un debate sobre corrupción al lado del abogado criminalista Antonio Cláudio Mariz y el fiscal Marcelo Mendroni, expresó que le pueden “acusar de muchas cosas”, pero “siempre” ha actuado con “absoluta transparencia”, en alusión al duro embate jurídico sobre la posible puesta en libertad de Lula que tuvo lugar el pasado 8 de julio.
Moro, quien estaba de vacaciones durante el embrollo judicial, cuestionó la decisión del magistrado de segunda instancia Rogério Favreto, quien aceptó un hábeas corpus en favor de Lula y determinó su excarcelación durante su guardia de final de semana en el Tribunal Regional de la Cuarta Región (TRF-4).
El embate jurídico se extendió hasta estancias superiores y finalmente terminó con el mantenimiento de Lula en prisión. Sin embargo, el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) solicitó explicaciones de los involucrados sobre sus actuaciones.
Durante el debate, Moro defendió también “políticas públicas más generales” para el combate de la “corrupción sistemática” que golpea Brasil, pues, en su opinión, solo “la prisión no es condición suficiente” para la “superación” del problema.
“Hay que enviar el mensaje de que las conductas graves no se quedarán impunes. Pero es evidente que solo la prisión no resuelve el problema”, afirmó.