Dice que es para ayudar a bajar el déficit fiscal. Las reformas laborales aprobadas en 2010 y 2012 ayudaron a la economía española
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió al gobierno español seguir reformando el mercado laboral con el objetivo de corregir el déficit público, al que calificó como “considerable”, según se desprende de su informe anual sobre el sector exterior dado a conocer ayer.
La institución presidida por Christine Lagarde destacó que las reformas laborales aprobadas en 2010 y 2012, ayudaron a la economía española. “Las reformas estructurales en respuesta a la crisis financiera global, particularmente las reformas laborales, con la consecuente moderación salarial y reducción del déficit público, han ayudado a rebajar los desequilibrios”, señaló el organismo.
Para continuar reduciendo el déficit público, que llegará al 2,7% en 2018 y al 1,8% en 2019, según el último cuadro macroeconómico del Gobierno, el FMI pide más ajustes. En esta línea, para ese organismo, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), centrada en elevar la inflación cerca del 2%, “debería apoyar” la demanda exterior de España, así como sus esfuerzos de ajuste.
“Reducir el todavía considerable déficit público es una política clave para reducir los desequilibrios restantes. Avanzar con nuevas reformas estructurales del mercado de trabajo, así como una implementación más rápida de las reformas del mercado de bienes y servicios, también son requisitos para lograr el necesario ajuste adicional”, justificó la institución financiera asentada en Washington.
En el documento presentado ayer, el equipo de Lagarde ha indicado que existe un desequilibrio pronunciado en las balanzas por cuenta corriente de 2017 a nivel global. De esta forma, el FMI ha asegurado que las balanzas de países como Alemania y Países Bajos, así como Corea del Sur, Singapur, Suecia o China fueron “más altas de lo deseable” el año pasado. Del lado contrario, Estados Unidos, Reino Unido y algunas economías en desarrollo como Argentina o Turquía registraron una balanza “más baja de lo deseable”.
“A medio plazo, los déficits sostenidos, que llevan a una ampliación de las posiciones de los deudores en economías clave, podrían constreñir el crecimiento mundial y, posiblemente, dar lugar a ajustes bruscos y perjudiciales en los precios de los activos y las divisas”, advirtió el FMI.