El ministro del Interior y Obras públicas Rogelio Frigerio ratificó este lunes la intención del Gobierno de frenar el proyecto de ley contra los tarifazos en el Senado. “Vamos a seguir dialogando con todos, intentando que este proyecto, que no quiere nadie, no termine convirtiéndose en ley”, afirmó
Frigerio consideró que el proyecto que obtuvo media sanción en Diputados, que retrotrae los tarifazos a noviembre y ata su aumento a la evolución de la inflación, “excede la función del Congreso”. Y añadió, en diálogo con Radio Millenium: “Todos los gobernadores comparten con el Presidente la idea de que las legislaturas no tienen que meterse con el tema de tarifas, que esa es una potestad de los poderes ejecutivos. Las provincias fijan tarifas y los gobernadores no quieren que esas tarifas las definan cada una de las legislaturas provinciales”. Por último, definió al proyecto como “profundamente unitario” ya que “los únicos que recibirían la devolución de las tarifas cobradas desde noviembre del año pasado son los habitantes de la zona metropolitana y el resto del país terminaría financiando la devolución de las tarifas del área metropolitana”.
El Gobierno también convocó para este martes a los gobernadores para que aclaren si están de acuerdo con la reducción de tarifas en sus provincias y con la devolución lo cobrado desde noviembre, según plantea el proyecto votado en Diputados, aprobado por legisladores que en algunos casos lo votaron en disidencia con sus gobernadores. Pero los gobernadores no parecen estar muy interesados en dar ese debate con el oficialismo ya que hasta el momento ninguno confirmó su presencia.
Frigerio también trató de enviar señales conciliadoras hacia los mandatarios provinciales, afirmando que, más allá de los anuncios de recorte de la obra pública realizada por el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, se tratará de amortiguar su impacto en las provincias: “El Presidente va a hacer lo posible para que el ajuste no pase por la obra pública, porque él entiende que son lo que realmente le cambia la vida a la gente: el agua potable, las cloacas, las viviendas, las rutas, los puertos, los aeropuertos, el dragado de los ríos. Todo eso es muy necesario en una Argentina en la que durante muchos años no se hizo prácticamente nada en términos de infraestructura”.
Mientras en la Cámara Alta se definen las alternativas para tratar el proyecto aprobado en Diputados, el oficialismo hizo caso omiso al pedido del senador Miguel Ángel Pichetto de que enviara antes del martes un proyecto de ley alternativo y superador para poder plantear el debate en términos positivos. En cambio, la estrategia del Gobierno es la de enviar durante la tarde de este lunes al ministro de Energía y Minas Juan José Aranguren al Senado para que “couchee” a los legisladores de Cambiemos para enfrentar mejor los planteos opositores. Uno de los ejes será el del costo fiscal que podría tener la medida, calculado originalmente en unos 70 mil millones de pesos anuales pero luego reducido cuando el proyecto de Diputados finalmente no incluyó la reducción del IVA a los servicios públicos.
Frente a la ausencia de contrapropuestas oficiales, el bloque Argentina Federal está haciendo circular en el Senado un proyecto que sí incluiría una rebaja temporal del IVA, cuyo costo sería compartido entre Nación y las provincias. El proyecto elaborado por los economistas del bloque de Pichetto, que fue enviada el domingo a los gobernadores aliados, propone un recorte del IVA por 12 meses en forma diferenciada (de 21% al 5,25% para la tarifa social, del 21% al 10,5% para el residencial y del 27% al 21% para las pymes). Se estima un impacto fiscal de 22.991 millones de pesos para lo que resta de 2018. A diferencia de lo aprobado en Diputados, el proyecto admite la objeción oficial de que el Congreso no puede legislar sobre el tema tarifario y por eso sólo propone una regulación sobre el impuesto.
Días atrás, Aranguren también intentó convencer a Pichetto de postergar el debate a través de una carta en la que detallaba el impacto fiscal de la ley, pero el senador rionegrino, consciente de la rebelión que hubiera implicado dicha propuesta, finalmente no avanzó en ese sentido.