El jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro de Justicia, Germán Garavano se juntaron con cuatro de los cinco jueces de la Corte Suprema, en el marco de un encuentro “institucional” para avanzar con “reformas” en el Poder Judicial, tendientes a “agilizar así los procesos judiciales y lograr una mejor tutela efectiva de los derechos de los ciudadanos”
El presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, y los ministros Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrant, recibieron a los funcionarios macristas, mientras que la jueza Elena Highton no estuvo, dado que está en el exterior. “Se conversó sobre el proceso de reformas anunciado en el acto de apertura del año judicial realizado en el máximo tribunal en marzo último, en el cual se convocó al desarrollo de lineamientos para la transformación del Poder Judicial como política de Estado”, trascendió sobre la reunión.
A su vez, en cuanto a los temas más álgidos, como las acusaciones a Lorenzetti, por parte de la diputada oficialista, Elisa Carrió y la posibilidad de que el macrismo le quiete a la CSJN la administración de las escuchas; Garavano, quien también está enfrentado con Carrió, sostuvo que el pedido de juicio político al titular del máximo tribunal es sólo “”una decisión de la diputada”. “Será el Congreso el que deberá analizar esas cuestiones”, insistió el ministro.
Además de alejarse de la postura de Carrió, Garavano ratificó que “El Gobierno seguirá manteniendo la relación institucional que corresponde con el Poder Judicial”, agregó Garavano a la salida de la reunión con los ministros del máximo tribunal del país.
“Se acordó un cronograma de reuniones mensuales, para poder avanzar en las reformas” insistió Garavano, quien señaló que los cambios “requieren del apoyo de los tres poderes del Estado y se trata de un proceso de transformaciones hacia el interior del propio Poder Judicial”.
