En 20 meses, Mauricio Macri visitó cuatro veces la provincia de Chaco, gobernada por el peronismo. No es un casual que el Presidente viaje a esa provincia a un mes de las elecciones generales
Eligió tres destinos para las apenas tres horas que estuvo en suelo chaqueño: Pampa del Infierno, Napenay y Saénz Peña. En el primero, inauguró una planta de la empresa de acopio de cereales y oleaginosas de Aceitera General de Deheza (AGD) y despachó una formación del tren Belgrano Cargas hacia Rosario. Visitó además la localidad de Napenay, un pequeño pueblo de 2600 mil habitantes -según el censo de 2010- que carece de agua potable y cloacas, donde se reunió con una familia que tiene una pequeña heladería. Anterior a las PASO, una de las estrategias de campaña del Presidente fue visitar pequeños pueblos y mantener un “mano a mano” con vecinos o pequeños comerciantes. En mayo había visitado Bardas Blancas, una ciudad mendocina de sólo 70 habitantes. La semana pasada almorzó con una familia en la localidad santiagueña de Selva, con 2800 habitantes.
En el breve paso por Chaco, Macri encabezó un acto de campaña con el estilo de escenario 360 grados -rodeado del público- en el club Acción de la ciudad de Presidencia Roque Saenz Peña.
El discurso de claro tono electoral tuvo un especial énfasis en los avances de la gestión. “No somos pobres, podemos estar pobres”, reiteró Macri en línea con la idea que impulsa Cambiemos de que el pobre puede dejar de serlo. No es la primera vez que menciona a la pobreza como un estado de la personas. Durante un acto en la localidad bonaerense de Azul en agosto pasado, el jefe de Estado había afirmado que “nadie es pobre, sino que está pobre”.
Los mismos conceptos quiso transmitir la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, cuando días atrás publicó una polémica foto con las redes sociales junto a un parrillero que se “gana una changa”.
“Tuvimos que cruzar un año duro, pero bajamos la inflación, estamos creciendo otra vez y el año que viene vamos a crecer más”, prometió el jefe de Estado. Desde el inicio de la campaña electoral, incluso para las primarias, el líder de Cambiemos viajó al interior del país una vez por semana. La excepción fue cuando estalló hace 15 días el caso de la desaparición de Santiago Maldonado, tras la marcha multitudinaria a la Plaza de Mayo.
La visita a Chaco se suma a la lista de distritos complicados que Cambiemos quieren mejorar para las elecciones de octubre. La Casa Rosada perdió frente al peronismo del Frente Chaco Merece Más, representado por el gobernador Domingo Peppo, quien ayer recibió a Macri en su visita. La diferencia de seis puntos en los comicios del 13 de agosto será difícil revertir, reconocen en Balcarce 50.
La campaña seguirá mañana en La Plata junto a la gobernadora María Eugenia Vidal y los candidatos bonaerenses para reinaugurar las obras de la República de los Niños.