Se quemó parte del mayor pulmón verde de Gran Córdoba

En seis días se quemaron 2.000 hectáreas de bosque nativo de una reserva natural. Está ubicada entre la capital cordobesa y Carlos Paz. Ayer fue un día más calmo, con focos menores

 

 

 

Tras seis días agitados por los vientos que avivaron los fuegos de varios incendios complicados en la provincia de Córdoba, ayer se vivió una mayor calma tras haberse controlado los dos focos más complejos (cerca de Malagueño y de Falda del Carmen). Ambos podrían quedar realmente extinguidos hoy.

 

Los seis días de fuego en la provincia de Córdoba dejan secuelas donde las llamas se descontrolaron. De las tres mil hectáreas quemadas en toda la provincia, dos mil se concentraron en los terrenos militares que van desde la ciudad de Córdoba y La Calera hasta el dique San Roque y Malagueño. Desde 2009, esas 13.800 hectáreas del Ejército pasaron a ser una “Reserva Natural de la Defensa”. Siguen siendo militares, pero son gestionados mediante un acuerdo con la Dirección de Parques Nacionales. En 2012, cuando se creó su comité de gestión, se resolvió que serán preservados como bosque nativo, sin posibilidad de uso futuro para cultivos agrícolas ni para urbanizaciones.

 

Se trata del mayor pulmón verde de la muy poblada región del Gran Córdoba, que cuenta con uno de los bosques autóctonos mejor conservados de toda la provincia. Ahora, dos mil de sus hectáreas acaban de ser arrasadas por las llamas y tardarán largos años en recuperarse.

 

“No es cualquier monte, había zonas bajo fuego con muchos árboles de gran tamaño. Por eso también fue tan agresivo”, relató Diego Concha, director de Defensa Civil de la Provincia. Bomberos de la zona aseguran que hacía unos 30 años que no se quemaba esa geografía serrana.

 

Fuentes ligadas al lugar marcaron una hipótesis como origen del fuego: señalan que hubo testigos que vieron que, con el fuerte viento, cables de Epec que cruzan el cerro Mogote habrían caído y aportado las chispas iniciales. Sólo las pericias, si se hacen, podrían determinar el origen.

 

 

Impacto

Esa área de reserva natural, además de pulmón verde, ofrece otros servicios ambientales. Entre otros, por su vegetación regula los aportes hídricos en la época de lluvias, impidiendo que se generen crecidas más graves del río Suquía en verano, y evitando que su cauce se reduzca a un extremo mínimo en la temporada seca. También la fauna silvestre sufre las consecuencias.

 

Entre los impactos inmediatos, con las próximas lluvias buena parte de las cenizas que dejó el fuego como herencia terminarán afectando las aguas del lago San Roque y del río Suquía.

 

La reserva que el Ejército ahora comparte con Parques Nacionales se ubica entre el río Suquía y la ruta E 55 al norte y la autopista Córdoba-Carlos Paz al sur.

 

Según se precisó desde Parques Nacionales, algunos espacios internos menores quedaron fuera del criterio de preservación: el sector de La Perla (ex centro clandestino de la dictadura y hoy “espacio de la memoria”), un área de uso de la Fuerza Aérea, los terrenos ya privados donde se construyeron las torres Milénica y un sector cedido a Villa Carlos Paz para que monte una nueva planta de tratamiento de residuos, publica La Voz de Córdoba.

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