Mientras, el gerente de Cecha advirtió una caída del 7% en las ventas
Con excepción de YPF -al menos por ahora- las petroleras que operan en la Argentina ya están avisando a las estaciones de servicio que los combustibles seguirán subiendo, como consecuencia del conflicto entre Israel e Irán, al que ahora se sumó en forma decisiva Estados Unidos.
Algunas compañías están avisando a los estacioneros que será necesaria una nueva recomposición, probablemente desde julio.
Este fin de semana los combustibles de Puma y Shell (ahora en manos de Raízen, de Brasil) subieron un 5% promedio en el Amba, y también hubo alzas en el interior del país.
Las petroleras que se referencian con el barril de crudo Brent, de Londres, explicaron que desde comienzos de abril el tipo de cambio tuvo una suba del 10%, los biocombustibles un 7% y un 2% el etanol.
Además, señalaron que los impuestos para el sector se ajustaron el 1,3%. Pero el factor principal para justificar los ajustes es que “el petróleo Brent ha escalado un 20% durante los últimos 30 días, debido a los acontecimientos en Medio Oriente”.
También afirmaron que en la misma magnitud han subido los productos terminados (nafta y diesel), necesarios para importar con el fin de cubrir la demanda en la Argentina.
“Las variaciones hacen necesario comenzar el traslado a precios de estos aumentos de costos, para que toda la cadena de comercialización pueda paliar las subas del costo”, señala un comunicado.
Por su parte, Guillermo Lego, gerente general de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), se refirió al panorama actual del sector de los combustibles, y anticipó que en los primeros días de julio podría aplicarse un nuevo aumento de alrededor del 5%, lo que sigue preocupando tanto a consumidores como a expendedores.
“Algunas petroleras que no son YPF ya aplicaron subas, entre ayer y hoy, del orden del 4 al 5%”, explicó Lego en diálogo con Rivadavia AM 630. Y aunque aún resta la definición de YPF y la intervención de la Secretaría de Energía, todo indica que se ajustará en ese mismo rango. Respecto a la relación con los precios internacionales, aclaró que el valor del crudo Brent, uno de los factores clave, viene subiendo. “Pasó de 63 a 77 dólares, aunque hace un año estaba en 84, por lo tanto el aumento no es tan significativo si se mira a largo plazo”, señaló. Sin embargo, para el bolsillo del consumidor “todo aumento es sensible”, y reconoció que esto golpea también al sector expendedor: “Nos aflige porque venimos con una caída del 7% en las ventas, y eso es fuerte para nuestro movimiento”.
Finalmente, recordó que el compromiso del gobierno anterior era ajustar los precios según el valor del crudo: “Si sube, sube el combustible; si baja, debería bajar. Veremos ahora qué deciden desde el punto de vista inflacionario”.
Con el mercado en alerta por el conflicto en Medio Oriente y su impacto en el precio del crudo, el escenario de julio se perfila con nuevos incrementos y una demanda en retroceso, un combo que preocupa tanto a consumidores como al sector.