Procesan por mentir a testigos que dijeron ver a Casanello en Olivos

Se cayó la operación de inteligencia que pretendía sacar al juez que mantiene preso a Lázaro Báez

 

 

La maniobra para sacar al juez Sebastián Casanello de la causa en que mantiene preso a Lázaro Báez se cayó a pedazos y fracasó.

 

La Justicia procesó a un ex chofer de la Presidencia y a un militante del kirchnerismo por mentir, al declarar bajo juramento que habían visto al juez Casanello en la quinta presidencial de Olivos.

 

Así lo resolvió el juez federal Luis Rodríguez, quien se indignó por la gravedad del caso, pero no profundizó en las razones que tuvieron los dos testigos para mentir ni en quién los instigó a hacerlo.

 

La historia que terminó con dos falsos testigos procesados por mendaces empezó a mediados del año pasado, con una campaña mediática alimentada con información de inteligencia, como la que suelen relevar los espías, que quiso instalar que Casanello había estado reunido con Cristina Kirchner para hablar de Báez. Se llegó a decir, incluso, que se mandaban mensajes por WhatsApp, se difundieron los listados de llamadas realizadas desde el celular del juez y la ubicación desde donde se hicieron para supuestamente probar que había frecuentado la residencia presidencial.

 

Casanello fue recusado, pero la Cámara Federal investigó y la Policía Federal determinó que no había ningún registro de la presencia de Casanello allí. Los testigos Gabriel Corizzo, militante K, y Carlos Scozzino dijeron haberlo visto en Olivos. Con detalles mencionaron la distribución de los chalets de la quinta y dónde estaba el magistrado.

 

Sin embargo, las planillas de ingreso no registran la entrada del auto de Scozzino en el tiempo en que dice que vio allí al juez y tampoco aparece el ingreso de Corizzo. El militante dijo que vio a Eduardo “Wado” de Pedro allí, pero el legislador kirchnerista negó conocer al testigo y dijo que Casanello no había estado con él en la residencia oficial.

 

El juez federal Rodríguez procesó sin prisión preventiva Corizzo y a Scozzino y trabó embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 150.000 pesos. “Los falsos testimonios de Corizzo y de Scozzino, de prosperar sus versiones, habrían provocado que la continuación del señor juez al frente de la pesquisa en aquella causa debiera reverse”, explicó Rodríguez. Se trata de la causa en que Báez está procesado por lavar dinero de la obra pública.

 

En ese contexto, resaltó que “los falsos dichos pronunciados con temeridad, sin reparo alguno en cuanto a su tenor por parte de los imputados, repercutirían directamente en una cuestión de extrema delicadeza, tal es la garantía del juez natural al frente de una causa”.

 

El delito de falso testimonio contempla una escala penal que llega hasta los diez años de cárcel cuando es pronunciado en perjuicio de una parte en una causa penal.

 

Corizzo dijo que antes de declarar se había reunido con un abogado, un periodista y un fiscal.

 

Nada dice la sentencia del juez Rodríguez sobre este punto y no ahonda en las motivaciones que pudieron tener un militante kirchnerista y un chofer para buscar que Casanello quedara fuera del expediente en el que el empresario Báez está detenido y sus hijos, a punto de ser procesados por lavado de dinero.

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