El capricho de Sampaoli le puede costar a la AFA $ 10 millones por partido

La salida de Bauza y la rescisión del contrato del técnico con el Sevilla, representan $40 millones como mínimo. Podría dirigir sólo 4 partidos

 

 

 

 

Los gustos hay que dárselos en vida. Eso habrá pensado Claudio “Chiqui” Tapia apenas asumió la presidencia de la AFA y decidió, como primera medida, dar por terminado el ciclo de Edgardo Bauza al frente de la Selección. Con todo el bagaje de conocimientos que acumuló en sus años como mandamás de Barraca Central -un club barrial de la Primera B Metropolitana- se sintió capacitado para decidir que el técnico indicado para dirigir al equipo que ocupa la segunda posición en el ranking mundial de la FIFA -y que cuenta con la máxima estrella del fútbol- no puede ser otro que Jorge Sampaoli, el actual entrenador del Sevilla de España, con un paso exitoso por Chile, pero casi desconocido para los argentinos, salvo por su deslumbramiento bielsista. En medio de la turbidez que le permitió sentarse en el sillón que durante décadas ocupó Julio Grondona, Tapia se movió con premura para lograr su objetivo. Al frente de una entidad que nunca fue proclive a los controles -mucho menos en los últimos años en los que fondos llegaron generosamente- no iba a ser él quien pusiera cordura. La ventaja, con años anteriores, es que semejantes desmanejos no saldrán de los impuestos de la población (de la parte que los paga).

 

La ruptura del contrato con Bauza, según las estimaciones más confiables, tuvo un costo de entre u$s900.000 y un millón de dólares. Al cambio de ayer, representan $15,6 millones. Sampaoli tiene contrato con el Sevilla y, para su salida, habrá que desembolsar -como mínimo- u$s1,6 millón, es decir $25 millones. Los dirigentes del club andaluz han mostrado su enojo por la movida de Tapia, quien ya habló con el técnico argentino, por lo que el dinero para contar con sus servicios puede ser mayor. Pero, siendo benévolos, ya esas dos operaciones significan unos $40 millones.

 

El contrato que se le haría a Sampaoli sería hasta fin del Mundial de Rusia con la posibilidad de extenderlo, si hay acuerdo entre las partes, hasta el 2022. Pero para eso, primero, hay que clasificarse. La selección argentina se encuentra, a cuatro partidos del final, en la quinta posición de la tabla de las eliminatorias en la que los cuatro primeros equipos viajan directamente a ese torneo. Técnicamente, si la definición fuera hoy, Messi y sus amigos deberían jugar un repechaje. Si se tiene en cuenta que el jugador del Barcelona no podrá participar en tres de esas fechas (con Uruguay, Venezuela y Perú) -salvo que le atenúen la pena- y que el juego del equipo no derrocha ni elegancia ni efectividad, las posibilidades de no estar entre los cuatro primeros no son pocas. Pero nadie -ni Sampaoli- puede garantizar tampoco que la quinta plaza esté asegurada. Más si el equipo que está en la sexta posición, a sólo dos puntos, es Ecuador, el último rival del equipo nacional en la temible altura de Quito.

 

Por lo tanto, hay una posibilidad de que Argentina no juegue el próximo Mundial. En ese caso, Sampaoli sería contratado para dirigir tan sólo cuatro partidos. Si su desembarco representa una erogación de $40 millones, cada uno de esos encuentros le costaría a la AFA unos $10 millones. Esto sin contar el contrato o una exigencia mayor del Sevilla.

 

Es cierto que, por tradición, antecedentes y deseos, es probable que la Argentina juegue el próximo Mundial, al menos por la vía del repechaje, pero las chances de que no lo haga también existen ya que el fútbol no es una ciencia exacta. En ese caso, el “capricho” de Sampaoli habrá sido un pésimo negocio para la AFA.

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